Producción DLA: “El compromiso se mantiene inalterable”

En estos 44 años de ininterrumpida labor y duro trajinar, digno es reconocer a los denominados “Héroes Anónimos”, grupo ahora reducido de trabajadores de nuestros talleres y área de producción, quienes a pesar de la dura recesión y la desaparición sistemática de nuestro medio impreso, continúan trabajando en la publicación semanal de “Legales”. Es anhelo de la totalidad de ellos, que Diario de Los Andes retorne a su presencia física y a disposición  de la colectividad regional.

El equipo de Producción y rotativa sigue laborando a pesar de las adversidades. Aparecen Ceferino, Ramón, Filadelfo y William Albarrán.

 

Gabriel Montenegro/DLA.- A pesar que la gerencia de Diario de Los Andes hubo de anunciar el cierre de puertas o el “bajón de la santamaría”  momentánea hace cosa de tres años, en lo que respecta a nuestra publicación impresa, la cual se trasladó de la edición diaria a un semanario en los últimos años, se mantiene vigente con el tradicional sonido de máquinas y trabajo de nuestro taller de rotativa, cumpliendo ahora con la entrega de una separata denominada “Legales”, donde se publican Registros de Comercio, Carteles de Citación, Edictos , Convocatorias de instituciones públicas, privadas y otro tipo de documentos del cual se exige su publicación física, una alternativa para las personas naturales, jurídicas y empresariado en general.

 

Sentido de pertenencia

Quisimos pulsar la opinión personal de cuatro de esos baluartes,  todavía activos, de nuestro rotativo, quienes aunque ya no laboran con carga de horario exigente, sí cumplen ese rol fundamental de sacar este importante impreso, el cual ya supera las 300 ediciones.

Ceferino Abreu: “He aprendido a querer a DLA como mi segunda casa y al doctor Eladio como un guía, ductor y maestro”.

La experiencia de Ceferino de Jesús Abreu García, Jefe de Servicios Generales, quien es uno de los más antiguos y experimentados trabajadores de la empresa Diario de Los Andes.

Ceferino es una especie de “todero”, ya que no solo se encarga de los suministros normales, sino que también supervisa y coordina  todo lo relativo al buen funcionamiento de los equipos, desde la rotativa y sus respectivos satélites, hasta el mantenimiento de computadoras, aires acondicionados, sistema eléctrico, servicios básicos y todo lo que necesite atención y mantenimiento.

Considera Ceferino,  que “el doctor Eladio Muchacho es sin dudas el pilar fundamental de la resistencia y vigencia de nuestro medio en el sentimiento y preferencia del colectivo regional, ya que su amor por DLA lo mantiene arraigado a ese aprecio humano y empresarial, al cual jamás ha renunciado,  a pesar de todo lo negativo ocurrido en los últimos años, donde la mayoría de nuestros tradicionales medios impresos y grandes empresas editoras cerraron puertas de manera obligatoria.

“El doctor Eladio Muchacho Unda, no ha sido para mí un simple jefe que solo exige y uno obedece; es un padre, un amigo, un maestro y un consejero permanente. He aprendido a apreciarlo por sus dotes de hombre bueno y un ser profundamente humanístico, organizado y pulcro, que quiere y sueña lo mejor para Trujillo y en esencia para todos los trujillanos”- agregó Ceferino en tono nostálgico.

“La crisis y el cierre de muchas empresas de comunicación, especialmente periódicos  y publicaciones como revistas de importantes editoras del país, ha dejado no solo un enorme vacío a nivel del público consumidor de información, sino que ha perjudicado de manera ostensible a cientos de familias, ya que periódicos como El Nacional, Universal, Meridiano, Panorama, El Mundo, El Impulso, El Carabobeño, Noti-Tarde y otros tabloides de regiones oriental, llanera, andina y guayanesa, eran sin lugar a dudas fuente permanente de empleo directo e indirecto, además de ser voceros y canal de comunicación ideal para las inquietudes del pueblo trujillano,  que tanto espera regrese de nuevo, aunque sea inicialmente como semanario”.

Ceferino tiene 31 años en Diario de Los Andes; “primero estuve en la empresa Invoca del Grupo empresarial  “Muchacho Hermanos”, donde permanezco por 46 años en total, pero mi servicio fue solicitado por el doctor Eladio, quien me incorpora a la nómina de nuestro “diario azul”, a principios de los años 90”

Su gran anhelo no es otro sino ser nuevamente testigo del retorno a la normalidad política, social y económica de Venezuela y por supuesto de nuestro terruño regional 

“Ojalá y las cosas cambien  y mejoren, para que Diario de Los Andes regrese por todo lo alto a las manos de un colectivo ávido por volver a pasear su vista por nuestras páginas, así como la tradición de levantarse diariamente para buscar la información que los mantiene expectantes, tal como solía ocurrir en nuestros tiempos buenos”- subrayó .  “Gracias a Dios que nuestra presencia en la Web y redes se mantiene firme y cada día avanzamos más en la preferencia de quienes utilizan la tecnología digital.

Por lo demás, felicito a todos los compañeros de DLA, a quienes ya no están con nosotros,  y al actual equipo. “Reitero mi deseo profundo, de que podamos retornar a la hermosa cotidianidad de otrora y ver de nuevo a nuestros pregoneros diario en mano, mientras en los puestos de revista que también  regresen, podamos leer nuestros vistosos titulares. Felicitaciones en estos 44 años…y que sigan cayendo muchos más .!!!!

 

Crecí con Diario de Los Andes

Filadelfo Bencomo Caracas, es otro de los jóvenes que laboran en la rotativa de DLA. Llegó muy jovencito, hace también casi 30 años, traído por su tío, el recordado Emiro Caracas (+), quien a su vez había sido recomendado por el también fallecido reportero gráfico Onésimo Caracas, gente buena y laboriosa que hizo de Diario de Los Andes su “segunda casa de familia”.

Filadelfo “Fila” Bencomo: “Llegué siendo casi un niño y ya tengo toda una vida. Aquí me he formado y he visto crecer a mis hijos y familia”.

Filadelfo, o “Fila”,  como se le conoce en el mundo de la comunicación social (también es operador de radio), comenzó a laborar cuando apenas superaba los 16 años.

Desde que llegó a nuestra empresa jamás se ha distanciado de la misma, viendo pasar a varias generaciones de trabajadores a lo largo de ese tiempo.

“Debo decir que prácticamente crecí en el Diario de Los Andes. Me vine muy jovencito y el ambiente me cautivó tanto que  he pasado la mayor parte de mi vida trabajando para esta empresa a la cual quiero con el corazón».

“Todavía recuerdo los años donde las noches y madrugadas para imprimir el periódico eran una fiesta laboral permanente. Ni el trasnocho o natural cansancio mermaron en nada nuestro arraigo y ganas de compartir con nuestros compañeros.

Debo nombrar a varios de mis compañeros en los distintos departamentos,  como la licenciada Eliette Parilli, Ceferino Abreu, Sanabria, Fermín, Anthony, Ramón Bermúdez, Gabriel Montenegro, mis tíos “Necho” Caracas y Emiro, Giovanni Pérez, Saba Daboín, Ana María de Araujo, Betty Araujo, Nancy Rodríguez, Cheíto Rojas, Blanca Nieves Villalobos, Amelia Durán, Felipe, Enrique Bautista, Verónica, la recordada señora Mireya, Layisse Cuenca, Graterol, Elvins González (+), Fernando Bravo, Narciso Rondón (+), Astrid  Caraballo, Miguel Albarrán, Yoerli Viloria, Yuliana Palmar, Alexander González, Cecilia Menghini, Frank Graterol, Edward Barradas, El Gato Medina, Lisbeth Briceño, Gabriela Danieri, Andrea Briceño, Sulay Bastidas, Carmen Moreno, Elsa Polanco, Ever Garcés, Alfonso Toledo(+) , Don Luis González (+), Rafael Ángel Lujano, la señora Rosario, Shirley, Sasa Muchacho, la licenciada Lilia Gil, entre otros importantes compañeros que han compartido conmigo a lo largo de todo ese tiempo transcurrido. A todos mis sinceros respeto y mi deseo en que volvamos a estar presentes con nuestro periódico, pero con sus páginas e ilustraciones.

 

“Que regresemos a la calle y al pueblo”

Otro de los compañeros de la rotativa es William Albarrán, quien ha salido y entrado a Diario de Los Andes en su también largo período con nosotros.

“Añoro las noches con mis amigos trabajando en las máquinas, compartiendo un cafecito, conversando sobre cualquier tema de interés y por supuesto celebrando cuando se tenía que celebrar, siempre con el mutuo respeto que ha imperado en este periódico”.

William Albarrán: “El pueblo pide a gritos la edición impresa y yo sueño con “hojear” de nuevo Diario de Los Andes”.

Albarrán  Díaz nos refiere que el clamor de la gente es que Diario de Los Andes y nuestros principales medios impresos regresen a la calle. “Entiendo todo lo involucrado con la tecnología digital, pero es un sentimiento general y la gente pide a gritos su periódico”.

En estos 44 años seré uno de los primeros en celebrar, que aunque muy limitados, todavía estamos activos. Dios quiera que regresemos integralmente en digital e impreso por todo lo alto….que así sea”.

 

De los primeros en el área técnica de producción

Ramón Bermúdez es nativo del municipio San Rafael de Carvajal, tras la fundación oficial en el año 1979, se requirió personal para la carga de horarios y las naturales guardias nocturnas y fines de semana. Es entonces cuando Ramón llega a DLA, junto a nuestro también fraterno Giovanni Pérez, otro de nuestros diagramadores estrella. Venía de Diario El Tiempo con marcada experiencia y muchas ganas de trabajar.

Ramón Bermúdez: “ Nuestro periódico es parte esencial del sentimiento y diario quehacer de los trujillanos”.

Ramón se desempeña desde hace muchos años en varias fuentes y conoce no solo de fotomecánica, quemado de planchas, copy plus, sino de rotativa y diagramación.

Considera este hombre pausado y jovial, que Diario de Los Andes es y ha sido junto a Diario El Tiempo una escuela de formación de excelentes profesionales y defensor de los intereses del sentimiento comunitario trujillano.

“Me enorgullezco cuando la gente habla de la necesidad de la presencia de nuestros periódicos impresos. Muchos no entienden eso de la digitalización,  a la cual ya nosotros estamos adaptados, la cual ha sustituido los viejos esquemas y hace de la noticia y la información un elemento con mayor inmediatez, empero  al pueblo le gusta ojear su periódico y en eso estamos, tratando de que las cosas no solo mejoren, sino regresen los tiempos de los pregoneros o vendedores de calle, las ventas de prensa en los kioscos, revistas y publicaciones, las cuales se mantienen incluso en los países más desarrollados.

Envío mi sincero abrazo de felicitación a la directiva, al doctor Eladio y todos mis compañeros. Ojalá Diario de Los Andes se mantenga, se continúe proyectando y siga siendo ejemplo de perseverancia y rectitud en el uso de la palabra solidaria y el acompañamiento a quienes nos necesitan para buscar esa solución que tanto requiere la mayoría de nuestras comunidades”.

 

 

 

 

 

 

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