Las calles comienzan a verse más grises, más solas. El humo se dispersa por moderada lluvia, ya no hay personas caminando sin tapabocas. El sonido de los carros y las motos se disuade poco a poco. El encierro ya no es una opción para lo que creían extremistas las medidas de prevención, es una obligación. El temor se convierte en un gran sentimiento.
Los efectos incómodos por la presencia de un extraño depredador en el jardín comienzan a notarse. Las familias hablan más de cómo evitar toque sus vidas que cómo llegó al mundo tan drástico.
La contención es el objetivo, pero en el seno de los hogares hay más preguntas que respuestas. El foco primario de contagio del coronavirus llegó y se instaló en el municipio Boconó, el único que hasta ahora del estado Trujillo comienza a saborear el amargo sabor del miedo. No te acerques, no me toques, no tosas, no digas que te sientes con quebrantos…
Pasamos de ser desapercibidos a escribir en nuestra historia la muerte de un sexagenario por la pandemia en Venezuela. Ya son cuatro casos positivos y los que faltan por comprobarse, si a esto se le suma que de los más recientes está la esposa del fallecido y madre del viajero, pero también un hombre de 40 años de edad, de quien se sospecha guarde parentesco familiar. Entonces la propagación del virus desde la segunda semana de marzo hasta la fecha pudo ser alarmante.
En la Urbanización El Say, se encuentra este señor junto a su esposa e hijos aislados desde el 30 de marzo y ya el encierro como a otras familias comienza a desesperar. La carencia de agua, gas y comida atentan contran el fiel cumplimiento de la cuarentena y supone un riesgo mayor.
Autoridades policiales vigilan que no se vean ni por ventanas. Los evitan salir, temen pasar por la calle A. El encierro y el temor son los dos primeros efectos del coronavirus en Boconó.
La señora de 63 años, quien sufre de hipertensión, fue llevada al hospital Dr. Pedro Emilio Carrillo de Valera, el hospital centinela del estado Trujillo. Del joven de 36 años se desconoce su ubicación de aislamiento, sin embargo se presume que su llegada a Boconó fue por la troncha de San Antonio del Táchira, luego estuvo en Mérida, en Pueblo Llano y en los páramos de Las Mesitas y Niquitao.
En Boconó aparentemente fue recibido en una reunión familiar, participó en juegos de mesa y compartió con su novia y otros amigos en sectores desconocidos.
Queda de parte de las autoridades esclarecer estas dudas y ofrecer la certeza que toda aquella persona que estuvo en contacto con la familia Terán, ahora amenazada por el Covid-19, fue visitada para pruebas de descarte y exhortadas al cumplimiento de la cuarentena para evitar se extienda la cadena de infección.