Primarias y candidatura unitaria judicializadas: abierto desafío a los derechos civiles y políticos venezolanos | Luis A. Villarreal P.

 

Luis A. Villarreal P.

En realidad, a quienes tienen los pies en tierra no les ha caído de sorpresa el accionar oficialista contra el más grandioso acto de ciudadanía realizado el 22/10/2023; al parecer una enorme sorpresa para organizadores y participantes mismos, y verdadero vendaval causante de serios apuros y ‘daños’ en la cúpula mirafloreana, donde se sintió la granizada atronadora de la participación ciudadana por el cambio político, quebrando sus techos de cristal. Al extremo, que motivó la puesta en escena de la inquilina principal de palacio, anticipando un fraude y la línea de judicialización ya cumpliéndose ante los ojos del mundo.

Según los personeros oficiales, el escenario exitoso del evento de Elecciones Internas no se iba a suscitar; pero sus pronósticos, tendenciosos y desmotivadores, fueron una remota ilusión de desacreditar y minimizar a la Oposición democrática en auge —tomando cuerpo frente a la intención continuista creída pero destronada—, al demostrarse olgadamente la enorme posibilidad de cambio, porque este anidó en el corazón del pueblo como parte de una revelación y mandato providenciales.

Frente a las infructuosas o contraproducentes aspiraciones del régimen, pues ¿qué íbamos a esperar?, ¿creer ingenuamente una vez más en el cumplimiento de los diversos acuerdos entre la Plataforma Unitaria Democrática y el oficialismo, sobre todo los firmados en Barbados?

Lo que abruptamente está sucediendo con la intervención del TSJ y Fiscalía, debida a la interposición de recursos alacranados, hace pensar en la invalidez de esos compromisos disonantes firmados bajo apreciaciones diferentes y abiertas, dando lugar a contrarias interpretaciones; como si se tratara de dos equipos negociadores con problemas de semántica cognitiva y hermenéutica, aplicadas en unos acuerdos sin confiabilidad por cuanto en poco tiempo ambos equipos negociadores se acusan de haberlos ignorado, malinterpretado o violado.

Las vísperas de las Primarias expresaban, si no resignación del régimen, un tanto de confianza por lo «acordado» en Barbados. No obstante, la realidad de lo ocurrido en toda Venezuela y fuera de ella, sobresaltó al poder permitido, y aunque todo el mundo lo vio —pese a la campaña de desinformación y la determinación de los medios nacionales de callar toda noticia verídica por disposición del ente de telecomunicaciones—, está siendo adulterada y negada por el oficialismo, quien ha advertido su posición temerosa conducente a aventuras mucho más terribles, buscando su propia salvación electoral y su permanencia en el poder.

El eclipse artificial ante la ostensible realidad, ha derivado en la obligatoriedad impuesta al TSJ y la Fiscalía, organismos comedidos a llevar adelante un proceso judicial para borrar lo indeleble, irrespetando la voluntad soberana de la ciudadanía y la decisión de los precandidatos demócratas, quienes hicieron suyas las Primarias con su actitud propositiva y colaboradora, confiados en la Comisión Nacional de Primarias, gente honesta y determinada por cuanto se lucieron en sus brillantes actuaciones autogestionarias; a la postre reconocidas por detractores o desertores, y por la propia Plataforma Unitaria Democrática de Venezuela porque con hidalguía reconocieron la validez del proceso interno en todos sus aspectos relevantes, incluidos los resultados comiciales ya conocidos, ciertamente asombrosos, legítimos e inspiradores;  y, por supuesto, la Proclamación de MCM como la candidata Unitaria lista para representar a las rotundas mayorías ciudadanas en las Elecciones Libres Presidenciales 2024.

¿Qué hacer? ante circunstancias vislumbradas tiempo atrás, es la pregunta de todos. Y la respuesta es seguir luchando, acompañados de la paciencia contra la soberbia y abusos entronizados, sin preocuparnos de las prevaricaciones judiciales y electorales, las cuales tendrán su propio llegadero porque la ciudadanía hará lo concerniente, a su debido momento;  y sin perder de vista los caminos de negociación porque sus sendas esconden señuelos y trampas más ‘sofisticadas’ para inducir e involucrar a la Oposición en aventuras temerarias tendientes a enaltecer al régimen en perjuicio del cambio austero y el de sus proponentes, el país entero.

María Corina Machado es la abeja reina, y no debe ser atrapada o neutralizada, mucho menos reemplazada, por lo tanto el enjambre debe estar atento e inducirla a ocupar los espacios correspondientes, seguros y sin dilación

Ella ha de rodearse del equipo demócrata confiable de las Primarias para dar respuesta apropiada al asedio autoritario, a las contingencias, nacionales e internacionales.

 

 Ciudadanía, sin mesianismo…

 

Revisando en pretérito

es que podemos detectar la causa

de nuestros desaciertos

colectivos. No basta

corregir o escarmentar y la página

 

pasar; escatimando

interés y voluntad y el deber

a otros nomás dejarlo.

No, no; ¡no se transfiere!

¡La ciudadanía sólo se ejerce!

 

Entenderlo y asumirlo

podría evitarnos más decepciones

como las que vivimos.

Despleguemos entonces

la actitud ciudadana sin temores.

 

El liderazgo por

sí solo, no es garante de eficacia

en la conducción.

Si vuelve otra desgracia,

ni se diga: ¿y el pueblo dónde

                                        [estaba? 

 

 

                                         L A V P

 

El referendo consultivo de cinco ‘puntas’ sobre el Esequibo, pautado para el 3/12/2023, debe ser tomado antes que nada como una concha e’ mango, con la pregunta: ¿de cuándo acá el chavismo tan preocupado por resolver ese problema?

En muchos, latente en la memoria, están los casos  de aquellos países donde sus gobiernos y dirigentes impopulares decidieron apelar al ‘nacionalismo patriótico’ del pueblo abordando viejos problemas y propósitos —principalmente territoriales— tendientes a captar y exacerbar su atención para recuperar el apoyo popular perdido y esconder responsabilidades en casos sus malos manejos gubernamentales.

El Laudo Arbitral de París [1899], alteración de límites y despojo de más del 17% de territorio venezolano; el Acuerdo de Ginebra [1966], un compromiso fundamental ya asumido por el Reino Unido colonizador, Guyana y Venezuela, en el sentido de seguir con las negociaciones bilaterales, asumiendo limitaciones correspondientes al uso del territorio en cuestión; la presencia de la ONU [1982] como facilitadora de diálogo y negociación bilateral; la ‘demanda’ de Guyana [2018] rogando a la Corte Internacional de Justicia dirimir el conflicto, acción unilateral rechazada por Venezuela; la Competencia declarada por la CPI [2020] en relación a su jurisdicción; siguen siendo los hitos o parámetros principales del proceso, aunque descuidado en las administraciones chavistas, anteponiendo dividendos políticos intercontinentales provenientes de la Caricom, organismo lógicamente a favor de las pretensiones guyanesas.

Aunque es impreguntable si los venezolanos están de acuerdo con la reclamación de la Guayana Esequiba, arrebatada por apetencias británicas colonialistas de la época rectificadas en parte por el Acuerdo de Ginebra, ha sido un mandato histórico constitucional el resguardo y respeto a nuestra soberanía territorial.

Guyana se ha sentido amenazada por algunas de las preguntas aprobadas —inconsulto— para el referendo, y solicita a la CIJ detener esa consulta arguyendo problemas a ‘su seguridad’

Más concretamente, la República Cooperativa de Guyana solicitó a la CIJ que Venezuela suspenda tres de las cinco preguntas: relacionadas a la validez del acuerdo de Ginebra; al rechazo de la jurisdicción [competencia] del tribunal mundial; a la creación del estado Esequibo. Estando conforme con las otras dos:  la primera: relativa al Laudo Arbitral de París, y la cuarta: sobre la delimitación de aguas de la fachada atlántica.

Sectores partidistas están sumándose al referendo, capitaneados por el oficialismo, falta la decisión de la Oposición democrática, la cual suponemos ha de ser muy medida, o posiblemente diferente y deslindada sin caer en las ínfulas o telarañas del continuismo afanoso de legitimidad. No es un callejón sin salida, no es un lo tomas o lo dejas, tampoco es una situación imposible de manejar, al contrario es un reto a la inteligencia política democrática, autónoma, genuina y responsablemente patriótica. En el entendido de un evento diseñado con fines mas allá del acervo nacionalista, sobre el cual se debe precisar la nacionalidad pura del gentilicio.

Argentina acapara atención del mundo al mostrar la actitud pre electoral debatiéndose en la penosa disyuntiva de seguir agachados por más lustros o de asumir, erguidos, de una vez por todas, los requerimientos de un país que clama realizarse como Dios manda

Así lo han determinado los debates y tertulias periodísticas y reacomodos partidistas entre los que temen a Javier Milei y se conforman con el oficialismo continuista de Unidos por la Patria. También entre aquellos resteados contra la tradición peronista-kirchnerista y atan su suerte a las necesarias reformas propuestas por La Libertad Avanza liderada por el hombre de los absortos, promotor de los cambios estructurales en materia económica, y seguido por la gente del centro liberal de Juntos por el Cambio liderada por Patricia Bullrich y la participación del expresidente Mauricio Macri.

La proyección de las encuestadoras, también extraviadas o erráticas en anteriores pronósticos, están señalando diametralmente un casi 10% de diferencia entre los actores del balotaje: unas por encima de Milei a favor del continuismo del oficialista Sergio Massa; y otras por encima de Massa en beneficio del cambio radical del retador Javier Milei, quien por cierto ha fustigado a los del partido radicalista fustigándolos por inconfiables, y ha negado posibles acuerdos con Macri, de Juntos por el Cambio.

Milei en la búsqueda del apoyo que podría faltarle, ha apelado a un denso ‘estrato’ conservador temeroso de la emigración, de la separación de la familia, al segmento de madres con añoranza por la Argentina entrañable, exenta de su abandono; un rotundo sentimiento familiar fortalecido en lazos nacionalistas y patrióticos.

Es posible que los argentinos, mayoritariamente jóvenes, puedan asumir, como en efecto, los retos del cambio, y otros puedan deshacerse del miedo y su reticencia al cambio propuesto por Milei en beneficio de Argentina toda.

Por supuesto, hay dirigentes, más allá de las fronteras, muy ‘preocupados’ sembrando más temeridad, sobre todo porque esta propuesta de cambio gubernamental quiere deslastrarse de la vieja política por ser esta causa del estancamiento económico y social, beneficiosa de posturas conformistas socialistoides. El 19/11 Argentina le mostrará al mundo las verdaderas convicciones de sus habitantes, el tamaño de su arrojo ciudadano.

Los venezolanos simplemente esperamos las circunstancias para actuar, tal y como lo ha señalado el 22/10.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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