Prieto Figueroa, el hombre que quiso profesionalizar Venezuela

El maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa siempre se opuso a aquella vieja afirmación de que “loro viejo no aprende a hablar”, además de estar convencido, de que quienes no tenían acceso directo a la educación también podían formar parte del proceso económico y de desarrollo del país.  Su contribución a la educación y al avance empresarial ha sido vital para muchos venezolanos

Cuenta la historia que Luis Beltrán Prieto Figueroa fue y continúa siendo uno de los más importantes maestros venezolanos del siglo XX. Connotado luchador por los derechos del pueblo quien entregó muchos años de sui vida por la capacitación de sus connacionales, especialmente por la gente de escasos recursos y quienes no tenían oportunidad de acceder a una educación justa y digna.

Coinciden sus biógrafos en afirmar, que para él la educación debía responder al interés de la mayoría y en tal sentido habría de ser democrática, gratuita y obligatoria. Fue fundador y primer presidente de la Federación Venezolana de Maestros (FVM) en el año 1936. Entró de lleno en la política a ser uno de los cofundadores del partido de Acción Democrática en el año 1941, formó parte de la Junta Revolucionaria de gobierno que surgió al ser derrocado el presidente Isaías Medina Angarita en 1945. En 1948 fue designado como Ministro de Educación. A lo largo de su vida ejerció importantes cargos públicos, pero los venezolanos lo recordarán siempre como “el maestro Prieto”, el forjador de hombres y mujeres valiosos y el encomendador de las esperanzas.

 

Su biografía

Nació Prieto en La Asunción estado de Nueva Esparta el 14 de marzo de 1902. Hijo de Loreto Prieto Higuerey y Josefina Figueroa. Realizó los estudios primarios en la Escuela Federal Graduada Francisco Esteban Gómez de su ciudad natal. Cursó estudios de secundaria en el Colegio Federal hasta 1925 cuando se trasladó a la capital donde se graduó de bachiller en el liceo Caracas en 1927 que dirigía el maestro Rómulo Gallegos.

A los 18 años comenzó como maestro de escuela en su tierra natal, la Isla de Margarita, y desde ese momento nunca dejó de dar sus enseñanzas a los niños y jóvenes. Egresa de la Universidad Central de Venezuela en 1934 con el título de doctor en ciencias políticas y sociales. Cofundador de diversas organizaciones políticas: Organización Venezolana (ORVE, 1936); Partido Democrático Nacional (PDN, 1936); Acción Democrática (AD, 1941), del que fue secretario general (1958-1959) y presidente desde 1963 hasta 1967 cuando se separó del mismo y se convierte en presidente fundador del Movimiento Electoral del Pueblo (MEP) hasta su muerte.

A raíz  del Golpe de Estado del 24 de noviembre de 1948 contra Medina Angarita, Prieto Figueroa fue enviado al exilio. Hasta su regreso al país- a raíz del restablecimiento de la democracia puntofijista el 23 de enero de 1958- se dedicó a la labor educativa en el exterior como jefe de misión al servicio de la UNESCO, primero en Costa Rica (1951-1955) y luego en Honduras (1955-1958). También fue profesor de la Universidad de La Habana (1950-1951). Sin embargo no lo trasnochó el comunismo, del cual tenía sus claras dudas.

Como profesional del Derecho al servicio de la educación integró la Comisión Redactora del Proyecto de Constitución Nacional (1936) y de la Carta Magna (1961). También estuvo como asesor en múltiples reuniones con delegados de otros países, quienes reconocieron sus virtudes y capacidad para la diplomacia.

Fue uno de los políticos que cambió el esquema de la socialdemocracia por el ideal revolucionario del pluralismo de las ideas y es allí donde surge el nombre del Movimiento Electoral del Pueblo, partido movido más a la causa humanística y ciudadana que al apego de lo político-gobiernero. DE igual manera se ganó el respeto y la admiración de quienes se decían sus enemigos de idealismo, por su claridad para decir las verdades por amargas que estas fueran.

A él se deben ideas como la fundación del Instituto Nacional de Cooperación Educativa INCE y otras instituciones que otorgaban oportunidad a los jóvenes que no tenían acceso a una educación normal, con la finalidad que no solo aprendieran un oficio, sino se transformaran en verdaderos profesionales de su ramo y resolvieran sus mínimas necesidades con un trabajo digno.

Mantuvo por muchos años su prestigio como político honesto, inquebrantable a la hora de chantajes y componendas oscuras, y es por eso, mas de cien años de su nacimiento que su ejemplo sigue vigente para las actuales y futuras generaciones.

 

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Por: Gabriel Montenegro

 

 

 

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