Monseñor Azuaje en su visita al estado Trujillo para presidir diferentes celebraciones religiosas, dejó muy claro que viene a sumar y no a restar. Promovió el respeto, el valor por el otro, la educación desde la familia, la iglesia y las instituciones. “No debemos culpar al otro de lo que cada quien es responsable, ni tampoco pensar que Dios nos abandona, porque Dios está con el que sufre, por ello no se puede perder la fe y la esperanza” señaló
Durante su visita a la ciudad de Trujillo y la celebración solemne de Nuestra Señora de la Paz, Monseñor José Luis Azuaje, presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) respondió algunas preguntas sobre el papel que cumplirá en su nuevo cargo, y además de la posición que tiene actualmente la iglesia y de manera especial algunos de sus pastores, -obispos- por hablar en las homilías de celebraciones especiales, sobre la realidad que vive el país.
Recordando que el mensaje de la Conferencia Episcopal Venezolana siempre ha sido de esperanza, el nuevo presidente Monseñor Azuaje, aseguró que la esperanza lleva en sí la comprensión de la realidad, “cuando uno espera algo es porque está consciente de lo que vive en lo económico, social y político, eso es lo que nos facilita esperar y vislumbrar algo más allá que está muy adherido a la fe y a la caridad, sin eso estamos vacíos. Cuando nosotros nos llenamos de esperanza es porque tenemos fe en Dios y en el pueblo y para eso está la Iglesia”.
Sin embargo, existen muchas personas que han perdido la fe y la esperanza, sienten que Dios nos ha abandonado, ¿Es un castigo de Dios lo que está pasando? “No, en absoluto, nosotros siempre hemos querido buscar culpables de todo, de eso hay una historia. Dios no se ha ido, él permanece con su pueblo y esa experiencia la tiene el pueblo de Israel y la tenemos el nuevo pueblo de Dios que somos cada uno de nosotros en cada comunidad. Dios está presente y seguirá presente, y más aún cuando el pueblo sufre, Dios le acompaña permanentemente”, aseguró Monseñor Azuaje.
Dios permanentemente está listo para ayudarnos, “pienso en algo que narraba el papa Francisco, que muchos decían que en los campos de concentración Dios se había ido, que Dios no estaba ante tanta injusticia y, la respuesta que se dio fue sencilla; Dios estaba en los que sufren y les permitió a muchos de ellos salir de allí, pero a otros les tocó pasar por ese suplicio por el que también pasó el señor Jesús”.
Durante la visita del papa Francisco a Perú dijo: “cuánto mal le hace la corrupción a nuestros pueblos latinoamericanos y a las democracias de este bendito continente, ese virus social, un fenómeno que lo infecta todo” en este sentido ¿Qué deben reflexionar los venezolanos sobre ese mensaje?
Creo que nosotros debemos entrar de lleno a un tema: La educación en valores, si no existe, todo se caerá, nos toca en el ámbito de la familia, iglesia e instituciones, saber valorar. Hay algo que oía de la cultura asiática, que si se encontraba algo y no le pertenecía, lo dejaban tranquilo, “nosotros debemos entrar en esa mecánica y, saber valorar y respetar lo que es del otro, y por supuesto compartir lo que tengamos con el prójimo. Qué bonito es que podamos luchar por todos los medios para ser honrado”, afirmó el Obispo de Barinas.
La homilía durante la celebración de la Divina Pastora, por uno de los obispos y la reacción del presidente Maduro que ordenó investigar por presunto delito de odio ¿se promueve el odio tras esos mensajes?
Ahí lo que hubo fue una tergiversación total, en función de intereses particulares. En absoluto se habló de aquello que dijo el Presidente, las homilías son públicas, y lo que se pidió en ese momento así como ya hace más de 100 se le suplicó a la Virgen, que intercediera sobre las pestes, eso mismo se hace hoy día; porque tenemos muchas pestes; la de la corrupción, enfermedades, la falta de medicamentos, el hambre… contra esas pestes le pedimos a la Virgen de la Pastora, a Nuestra Señora de la Paz, para que nos ayude a resolverlas. Eso fue lo que se dijo, nunca se refirió a personas, por lo tanto, esa tergiversación de las palabras del Obispo llevó a este conflicto que para mí es innecesario. “Nosotros estamos en la sociedad para crear el bien y sobre todo para incentivar el amor”, finalizó.
El único culpable es el ser humano
Lamentablemente el odio y las injusticias las hemos creado nosotros los seres humanos; por la envidia, arrogancia y tantos malos sentimientos, ante eso e innumerables injusticias no debe quedar duda de que Dios es amor y permanentemente está con su pueblo.