Presencia del Dr. Ramón Beltrán Espinoza en el Ateneo de Valera | Por: Libertad León González

 

Por: Libertad León González

La memoria del corazón se hizo presente el pasado viernes, 11 de julio en un sencillo y significativo acto de entrega de algunos recuerdos preservados por el Dr. Ramón Beltrán Espinoza quien, con un profundo sentido de valoración del pasado, hizo entrega a representantes de la Junta Directiva del Ateneo de Valera de algunos objetos que, nos remiten a los actos de la celebración del Sesquicentenario de la Fundación de Valera realizados por el Ilustre Concejo Municipal de Valera, durante la presidencia del Dr. Beltrán Espinoza. Tales objetos son:

 

De su libro se expresa con la siguiente dedicatoria:

 

Integrantes del Ateneo de Valera.

Les hago entrega de este libro que es el reflejo de las más importantes obras y realizaciones que se hicieron cuando tuve el alto honor de presidir el ilustre Concejo Municipal valerano y junto con un valioso equipo de concejales y funcionarios municipales.

Aquellas fueron dirigidas a los sectores marginados y humildes del distrito Valera, conformado con los municipios San Rafael de Carvajal, Motatán y la hospitalaria Valera.

Espero que lo lean y lo disfruten.

Atentamente,

Beltrán Espinoza y toda la familia.

 

La amena charla alrededor de las anécdotas perdurables del Dr. Beltrán compartida junto a los asistentes, integrantes de la junta directiva del Ateneo de Valera y de la Cátedra Libre Mario Briceño Iragorry se configuran en muestras de reafirmación de los valores humanos y morales de su extensa e intachable carrera política y profesional.

Gracias, Dr. Ramón Beltrán Espinoza Ramírez, por ofrecer a través de estos recuerdos de su desempeño como autoridad su imperecedera presencia al servicio del gentilicio merideño y trujillano.

Gracias por darnos la oportunidad de recordar las palabras de nuestro ilustre valerano, Adriano González León cuando pronunciara en el Discurso de Orden del Sesquicentenario de la Fundación de la ciudad de Valera, las siguientes dedicadas al Ateneo: Volver de pronto la mirada a aquellos hombres y mujeres que valerosamente levantan el espíritu, puede renovar los ánimos. En esa línea de honor vivificante se sitúa el Ateneo, donde pareciera resumirse todo el aliento y desde allí se parte para encontrar el verdadero rostro de la ciudad.

 

 


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