Pacientes de las clínicas afirman que hay que ser rico para poder enfermarse por lo que sufren al no contar con el dinero para pagar operaciones o cesáreas, las cuales llegan a costar hasta 500 dólares superando por mucho el salario mínimo del venezolano
Navih Elkheidi / ECS
Venezuela ha vivido un gran impacto con la subida de precios en los distintos sectores de la economía y dicho impacto ha perjudicado el poder adquisitivo del venezolano común, el cual solo percibe un salario de 40.000 bolívares mensuales y el sector salud no escapa del impacto inflacionario por lo que una consulta médica puede costar hasta 100.000 bolívares esto sin contar los costos por tratamientos o exámenes clínicos.
Una operación puede llegar a costar hasta más de 1.000 dólares según el tipo de procedimiento quirúrgico lo que comprendería un total de 20 millones de bolívares según el valor actual del dólar, que representarían 500 salarios mínimos para realizar una intervención médica.
Algunos de los casos más constantes es de las mujeres embarazadas que requieren cesáreas para concebir a sus hijos, dicho procedimiento tiene un costo de 500 dólares lo que calcula un total de 10 millones 500 mil bolívares.
Sin seguro para vivir
Cabe mencionar que en años anteriores las empresas privadas y públicas contaban con seguros para sus trabajadores y los mismos eran recibidos por las clínicas privadas para poder atender a los trabajadores de dichas instituciones en cualquier procedimiento quirúrgico u hospitalización que estos necesitaran.
Debido a los altos costos y al incumplimiento en los pagos por parte de las empresas, los seguros médicos de los trabajadores ya no son aceptados por el personal médico de las instituciones privadas colocando a estos en una situación crítica al momento de una emergencia.
Varios médicos aseguran que por situaciones de emergencia han decidido recibir algunos seguros provenientes de empresas y los mismos expresan que el pago de los procedimientos realizados ha tardado hasta 5 y 6 meses en hacerse efectivo lo que genera pérdidas para la institución y sus trabajadores.
Del mismo modo, trabajadores indicaron que las empresas para las cuales laboran les aseguran el reembolso de cualquier gasto en el que estos incurriesen por asuntos médicos, pero que de igual manera dichos reembolsos demoran cierto tiempo debido a la situación financiera que sufren algunas empresas públicas y privadas. En algunos casos las empresas han optado por suspender el contrato con algunas aseguradoras por no poder continuar con los procedimientos de pago establecidos por la misma.
Sector público crítico
Varios pacientes expresaron que la razón por la que optan por un servicio médico privado, a pesar de ser tan costoso, es la mala condición en la que se encuentran algunos centros hospitalarios e instituciones del Ivss los cuales cuentan con muy poco personal, falta de insumos, equipos médicos en mal estado y supuestas contaminaciones en sus salas de parto y quirófanos.
Caso contrario es el de las instituciones privadas que se muestran en muy buenas condiciones para prestar servicios de calidad a sus pacientes, pero a muy alto costo. Trabajadores de algunas clínicas privadas indicaron que los precios de sus servicios están acordes a la realidad económica del país, ya que mantener los equipos de la clínica y el obtener insumos médicos requiere de gastos muy elevados valorados en dólares.
Consultas sin precios estables
Varios pacientes indicaron que algunos médicos en consultorios y clínicas privadas no les mantienen el precio de sus consultas y que los mismo llegan a aumentar sus costos hasta más de un 20% al mes debido al incremento descontrolado del dólar lo que provoca un aumento de la inflación y que además muchos de sus servicios son cancelados en transferencias y otra parte en efectivo el cual es difícil de adquirir debido a la escasez del mismo.