El pasado jueves 24 la opinión internacional se encontró con la crónica de una muerte anunciada, la República de Ucrania ubicada en la Europa Oriental era invadida por las tropas rusas después de tenerla rodeada por espacio de dos semanas en la frontera que une a ambas naciones, con el desplazamiento de aproximadamente 130 mil soldados, señaló el docente Gilmer Avendaño.
Para entender el talante expansionista del presidente ruso Vladimir Putin tenemos que irnos al contexto del 2014, cuando este país procedió a invadir la península de Crimea y Ucrania, donde los habitantes de Crimea a través de un referéndum del 16-3-2014 apoyaron a anexarse a la federación de Rusia, además los habitantes de Lungansk, por medio de los separatista pro-rusos declararon la independencia respecto a Ucrania y hoy la república rusa reconoce la independencia de estos estados.
Desde su punto de vista Gilmer Avendaño precisó que todo este conflicto “en mi opinión tiene dos variables fundamentales en su desarrollo; una el deseo de Vladimir Putin en restablecer lo que fue la antigua Unión de Repúblicas Soviéticas (URSS) y la otra es no permitir que Ucrania se incorpore a la OTAN y sea parte de la Comunidad Europea”.
Otro elemento a considerar, por el cual los ucranianos han quedado en la práctica sin apoyo significativo y decisivo es que para la Comunidad Europea, por su situación política y estratégica, no le permite apoyar militarmente a Ucrania, por cuanto Rusia les abastece un 85% de gas licuado y un 50% de petróleo a varios países europeos como Alemania, Polonia, Hungría entre otros, por ello observamos posiciones tímidas ante este conflicto de intereses geopolíticos.
Posición del Gobierno
De igual manera el docente Gilmer Avendaño se refirió a la posición del gobierno venezolano manifestando que el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, asume una posición injerencista y consecuente con el gobierno de Vladimir Putin, ya que la primera vez que Rusia invade a Ucrania en febrero del 2014, el gobierno venezolano ha mantenido la tesis de apoyar de manera incondicional las decisiones rusas en contra del pueblo ucraniano, cuando el presidente Maduro ha señalado que “son valientes y justas” la reclamación de Rusia, sería interesante conocer de boca del mandatario que significa para “el nos vamos a restear”, y para que el gobierno se restee en un conflicto armado de este calibre, constitucionalmente está obligado a consultar al pueblo venezolano, si vamos a ir a una guerra en la cual no tenemos interés alguno.
Lo que si debemos tener claro es que esta escalada criminal de Rusia es prueba de que la ambición expansionista territorial del presidente Putin no tiene límites, lo que podría desencadenar el camino a la avizorada tercera guerra, bajo el manto de la reedición de la guerra fría. Debemos como demócratas y amantes de la paz abrogar por un acuerdo en camino de las partes en conflicto y que pueda haber soluciones a dicho enfrentamiento para el bien del mundo.
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José Rojas
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