Por Ariadna García / Crónica Uno
Caracas. En la calle todavía no se habla de la recuperación económica que transmite a diario el canal del Estado. La gente dice que comer fuera de casa es un lujo y que las “balas frías” que pueden permitirse son los pastelitos, los perros calientes y los tequeños.
Al oeste de Caracas los combos de tequeños llegan a ser tan económicos, que en algunos puestos se hacen colas, algo que no se ve en las ferias o restaurantes, muchas veces desolados.
En la avenida principal de San Martín, el local Delicias de Colombia 2013 tiene promociones que rápidamente se han vuelto populares entre los vecinos; quienes pasan por allí, se detienen al ver la cola y se encuentran con una oferta de 25 minitequeños por un dólar.
Jorge Parada dice que desde hace un año comenzaron a trabajar y que a pesar de que “las ventas están suaves” han mejorado y ganado clientes. “Bueno 25 tequeños por un dólar es supereconómico y solventa cualquier día”, comenta a Crónica.Uno.
Elba, quien hace la cola junto a su nieto, dice que el “precio es magnífico”. “Ojalá sigan así y lo mantengan porque uno busca donde esté la economía, los precios más bajos, porque los gochitos aumentan por las nubes y nadie hace nada”.
En agosto los precios se dispararon con el alza del dólar. El mismo Banco Central de Venezuela reportó que la inflación se aceleró el mes pasado. La población manifiesta que los sueldos siguen siendo muy bajos para costear las necesidades o comer fuera de casa.
Xiomara, por ejemplo, dice que casi nunca come en la calle por temas de higiene y por el salario. “Salimos con todo de la casa, agua y comida. Antes sí daba para darse un gusto, pero ahora no por la crisis”.
La mujer disfruta de una barquilla en la plaza El Venezolano, una rareza para ella, un lujo que pudo darse este jueves porque andaba sola y le provocó, pues dice que si estuviera con sus hijos no habría podido comprarle a todos y habría tenido que renunciar al antojo.
A pesar de que el consumo se ha recuperado, algunas firmas como FocusEconomics estiman que este indicador pase de 3,4 % en 2021 a 10,9 % en 2022. La recuperación sigue siendo muy desigual y la mayoría aún no puede gastar sin remordimiento. El sueldo mínimo y las pensiones son las más bajas de la región, alrededor de 15 dólares al mes.
Las historias como las de Xiomara se repiten en diferentes esquinas. Yesica, una clienta de Delicias de Colombia 2013, comenta que casi nunca come en la calle, pero supo de ese lugar por una amiga y los precios le parecieron muy buenos.
Mientras en la calle un perro caliente cuesta un dólar, los tequeños se consiguen en dos por un dólar con dos bebidas. En la esquina La Marrón también tenían la misma oferta, pero poco más de un dólar: en $1,24.
Carlos Ramírez tiene un pequeño puesto al lado del centro comercial Metrocenter, hace cuatro meses dejó su trabajo porque no ganaba “ni medio”. Comenta que su esposa lo apoyó y pudieron comprar un carrito.
“Hay días buenos y malos. Hay días en que solo hago para pagar la mercancía. Se le gana poquito. Pero a la gente le gusta la calidad del tequeño, también porque es lo más rápido y buscan lo barato, porque todo sube”, dice.
Al igual que Carlos, Jorge Parada indica que no se harán millonarios con las ventas y que, en algunos casos, incluso han tenido que hacer sacrificios para mantener los precios. El saco de harina de 45 kilos en un momento llegó a costar $54, pero ya de nuevo lo consiguen entre 40 y 43 dólares.
“Estuvimos trabajando con los mismos precios, luchando ahí, porque sabemos que si cambiamos el precio o ponemos menos tequeños yo sé que le va a pegar al cliente y nos van a bajar un poco las ventas”.
Yuskely come con su bebé y su familia en uno de los puestos de la esquina La Marrón. La joven indica que no todo el tiempo tiene para comer en la calle y que esos combos son un poquito más accesibles. Gabriel Martínez también coincide con ella y que cuando hace este tipo de gastos le alcanza solo para hamburguesas, perros, pastelitos y empanadas, pues un menú ejecutivo cuesta alrededor de 5 y 6 dólares.
Jeferson, quien es parte de este nicho, dice que venden alrededor de 200 tequeños al día y que su fuerte son las salsas. La promoción de dos tequeños y dos bebidas por 10 bolívares ($1,24) viene con salsas de ajo, maíz y tocineta.
Venezuela, que salió de la contracción económica a finales del año pasado, sigue teniendo los salarios más bajos de Latinoamérica. El costo de vida es elevado y la nación aún tiene necesidades humanitarias. La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios estima dar asistencia a 5,2 millones de personas entre 2022 y 2023.
Fuente: Crónica Uno
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