El telón de fondo de la crisis de movilidad humana que se presenta en Venezuela es una emergencia humanitaria compleja que impacta a la población venezolana en todos sus derechos humanos, en este sentido, defensores de los derechos humanos como la socióloga Ligia Bolívar explica el por qué los venezolanos deben ser consideros en el estatus de «personas con necesidad de protección internacional» no como migrantes que salen por gusto ni como desplazados.
Anggy Polanco
Organizaciones y defensores de derechos humanos han rechazo la nueva definición que realizó el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en su último informe presentado la semana pasada sobre Tendencias de Desplazamiento Global en donde mencionan una categoría nueva que es: «venezolanos desplazados en el extranjero”.
Así lo dio a conocer la socióloga y defensora de los Derechos Humanos Ligia Bolívar en un seminario impulsado por la Fundación Konrad Adenauer, el Centro de Memoria, Migración y Reconstrucción de Venezuela y la Asociación Ávila Monserrate.
“En el informe Acnur habla de las mismas categorías clásicas de siempre, desplazados, refugiados… y se inventa una categoría nueva que son Venezolanos Desplazados en el Extranjero, una cosa que no tiene ningún asidero jurídico porque no hay una forma de explicarlo”, manifestó.
Durante el seminario la socióloga expresó que Acnur ha tratado de justificar esta categoría diciendo que buscan visibilizar a los venezolanos, como si fuera imposible ver que los venezolanos en el mundo son más cinco millones, con la segunda crisis más grande de la humanidad y la primera del hemisferio occidental.
A su juicio, no es acertada la categoría para una población que ya era visible y a la que tampoco tratan de dar protección, pues la explicación dice que son personas venezolanas que andan por allí que no han pedido refugio, pero en ninguna declaración de Acnur se hace referencia a cuáles son las causas de fondo por las cuales la población venezolana no está pidiendo refugio.
Otra parte de la explicación que se da en el texto refiere que son personas que no ha pedido refugio pero que tienen el derecho a no ser devueltos y a servicios básicos, como si cualquier ser en el planeta no tuviera derecho a estos servicios, añadió Bolívar.
La experta en el tema migratorio refirió que ya están trabajando junto con Acnur para tratar de buscar una vuelta a esta categoría que lo único que va hacer es confundir a los países. Además recordó que este término fue utilizado por el expresidente Hugo Chávez para referirse a la población colombiana y evadir responsabilidad internacional.
“No somos migrantes”
La condición de refugiado no la da un papel, la característica de refugiado la da la motivación que le llevó a la personas abandonar el territorio donde estaba, “si mi motivación es el miedo y no es la expectativa que me enamoré, me casé, me gané una beca, que yo celebro la salida, sino que la salida es un trauma, si la motivación es el miedo, el temor fundado de violación de mi derecho a la libertad, mi vida e integridad, esa persona es un refugiado, lo que hace el Estado es reconocerle el estatus”. explica Ligia Bolívar.
Es por ello que la defensora recalca que los venezolanos en el mundo no son migrantes, son personas con necesidad de protección internacional que huyen de Venezuela por una emergencia humanitaria compleja que es el telón de fondo.
“Nació un bebé, ese niño es bebé desde el momento que nació y hay obligaciones hacia él, tiene que ser amamantado, hay que cambiarle el pañal y alimentarlo, su condición de bebé no depende de la partida de nacimiento. No voy a esperar que tenga partida de nacimiento para amamantarle y cambiarle el pañal. Lo mismo pasa con los refugiados”, ejemplifica la experta.
La defensora de los derechos humanos comunicó que es muy pequeña la cantidad de venezolanos que están solicitando refugios, debido a que los mecanismos de solicitud de los procedimientos que están vigentes en la mayoría de los países de la región son completamente disuasivos.
La realidad
Pero en la realidad ocurre es que a los venezolanos se les pide todo tipo de documentos que van desde pasaportes, apostillas, antecedentes penales, cédula, notas de la universidad legalizadas, entre otros; documentos que no se lo piden a un afgano o a un sirio que tan solo huye con una mochila, argumenta la socióloga, lo que quiere decir, que ocurre porque a los venezolanos no los están considerando como refugiados sino como migrantes.
Detalló que una persona con necesidad de protección internacional debe tener acceso al territorio y no puede ser responsable de la producción de sus documentos por dos razones: o porque no le fue posible sacarlos o porque el Estado al que pertenece no está en capacidad de producirlos, y en el caso de los venezolanos porque los consulados están en disputa y no están en capacidad de emitirlos, por ello a un venezolano no se le puede pedir documentos.
En consecuencia, los Estados receptores están en la obligación de producir esos documentos y como principio internacional es la garantía de no devolución cuando su vida está en riesgo.