La deteriorada plaza Sucre es escenario y testigo de las penurias que pasan cientos de valeranos día tras día para conseguir alimentos
El hambre se ha convertido en una constante problemática de todos los venezolanos, Valera no escapa de esa realidad, donde pese a la escasez de productos alimenticios que reina en todos los comercios, las personas optan por aguardar desde la madrugada y a la intemperie, hasta por más de 10 horas, para conseguir comprar al menos dos harinas precocidas.
El interior de la deteriorada plaza Sucre es uno de los puntos donde las personas pernoctan en horas de la noche, recostados sobre cartones que reposan en el suelo, en espera que se asomen los primeros rayos del sol del siguiente día y los funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana o policías, junto algunos colectivos, les tomen las cédulas y los conduzcan, cual si fueran ganado, de forma gradual durante el día al interior de un supermercado.
La escasez de productos básicos en Venezuela en 2016 superó el 80% y aunque actualmente se desconoce el índice de escasez en alimentos, es fácil inferir que el porcentaje ha alcanzado niveles alarmantes, a juzgar por los anaqueles vacíos en todos los establecimientos expendedores de comida de Valera, lo que ha motivado que hasta la popular “lotería del hambre” mermara en la ciudad.
“El favorcito”
“El favorcito” que piden los funcionarios de la Guardia a algunas personas por dejarlas ingresar al supermercado excede el precio de los escasos productos que la gente logra comprar, “le dicen a uno tráigame unas empanadas y un jugo y lo dejo pasar, no vale, sale más caro que las harinas”, narró Wader Gallardo.
Frase (En impreso no colocar la palabra frase, sino las primeras comillas en grande)
“Entiendo a todas las personas que se han ido del país, lo que provoca es salir corriendo de esta realidad. Toca pedirle a Dios que todo esto cambie”, Indira Vieras
Los de a pie
Wader Gallardo: “yo estaba desde las cuatro de la mañana y me toca pasar como a las 2 de la tarde. Esto es un desastre, la migaja de sueldo que uno gana no alcanza para comprar la comida de la casa, para estar bien hay que tener nueve veces el sueldo mínimo. Es una exageración que le cobren el doble cuando uno paga por punto de venta”.
Zaida Moreno: “estamos llegando al límite, no nos alcanza la plata para nada, no hay comida, los niños están sufriendo porque no comen bien, es una barbaridad que uno se tenga que venir a la una de la mañana a hacer una cola para comprar dos harinas, por dos harinas hacemos cola toda la madrugada, pero los amigos de los funcionarios sí se colean”.
Indira Vieras: “esto es insoportable, nunca en la vida me imaginé que llegaríamos a esto, casi me pongo a llorar cada vez que tengo que pensar qué le voy a dar de comer a mis hijos. Es triste que uno tenga que pararse todos los días a las cuatro de la mañana para ir a trabajar y el sueldo no alcance para comprar más de dos harinas”.