Con más pena que gloria y el sabor amargo de una precaria situación que nos agobia a todos por igual, funcionarios y trabajadores policiales regionales recordaron gratamente el 16 de Julio como el “Día Nacional del Policía” y de su excelsa patrona Nuestra Señora del Carmen, solo que con las “ollas boca abajo”.
Al contrario de otros estados del país, donde los funcionarios policiales perciben salarios dignos y otras mejoras contractuales importantes para el cumplimiento de su noble tarea, nuestros uniformados regionales apenas cobraron su pírrica quincena y un pequeño bono con el cual a duras penas superaron el millón de bolívares, algo así como el costo de un kilo de queso y dos harinas pan.
Luego muchas diligencias y de no recibir una respuesta positiva, los policías trujillanos aguardaban con expectativa ¿Qué les vendría en su quincena en esta fecha tan especial?, pero al final resultó más de lo mismo…otra decepción a su larga lista de calamidades y un pequeño pañito caliente de unos pocos bolívares, según opinó la gran mayoría consultada al respecto.
No escapan a la crisis
Desde hace varios años los policías regionales, especialmente los dependientes de la Gobernación del estado, están viviendo momentos muy difíciles, ya que a estas alturas y con un país prácticamente dolarizado no pueden hacer frente a las exigencias mínimas familiares, vale decir la cobertura de servicios básicos y compromisos elementales como alimentación, ropa, calzado, pago de agua potable, energía eléctrica y telefonía.
También se ha hecho imposible para los funcionarios policiales contar con su uniformidad, cosa que sí es viable para la Policía Nacional Bolivariana y otros cuerpos de seguridad, incluso los vigilantes privados cuadruplican el salario de los gendarmes regionales: “ Ya tengo las botas de campaña remendadas hasta más no poder”, nos dijo un conocido supervisor agregado, quien nos pidió no publicar su nombre por temor a represalias, quien añadió que está pensando seriamente pedir la baja al ser imposible trasladarse, pagar comida y cumplir cabalmente sus funciones.
Otro funcionario que presta servicio en uno de los municipios del Eje Panamericano , expresó que : “ Añoramos la época del coronel (GNB)Francisco Armando Calzadilla Reina, quien estando al frente de las Fuerzas Armadas Policiales, no solo realizaba en esta fecha tan especial una Misa Especial en honor a la institución y la Virgen del Carmen, la tradicional fiesta en cada comando, sino gestionaba algún bono especial con el gobernador y entregaba el premio “Policía del mes” y los ascensos. Además ese comandante nos aportaba cuatro dotaciones al año, consistentes en un par de uniformes en cada entrega, uno de faena y otro de campaña, con el respectivo par de botas, gorras, calzado de vestir y correaje para el armamento, por eso estábamos impecables”.
También los comedores estaban bien dotados y podíamos comer bien y pagar quincenalmente a precios muy solidarios para mantener la cocina o el tradicional “rancho” con alimentos variados desde las 8:00 de la mañana hasta las cinco de la tarde”.
Asímismo desaparecieron los agasajos y condecoraciones a los policías destacados en procedimientos contra el hampa y en favor de la seguridad del pueblo, en esta fecha tan vistosa en otrora, y los reconocimientos al personal administrativo y obrero jamás se volvieron a entregar. Esto nos tiene muy decepcionados” –recordó con nostalgia.
La lucha por un futuro mejor
Por su parte el abogado y funcionario policial jubilado Yoveiro Ramírez, expresó que al contrario ve las cosas con mucho optimismo: “ Tengo la firme esperanza de que el gobernador Rangel Silva y el comandante , coronel (FANB) Orlando Villegas, gestionarán mejoras sustanciales para nuestra institución y todo el personal sin excepciones. He conversado con ellos y noto un marcado interés en querer ayudarnos, pero las cosas no han sido fáciles”.
Esperemos- continúa Ramírez- que haya los recursos y que algún día podamos decir que no perdimos nuestros muchos años de servicio, sino al contrario, que el Estado Venezolano nos ha retribuido con creces y por justicia esa entrega por la seguridad ciudadana. Entiendo la desesperación que es de todos, pero estoy decidido a seguir esperando tiempos mejores”-finalizó.