El organismo independiente de defensa de los Derechos Humanos de Chile dijo que presentaría una querella formal por homicidio contra agentes de la policía que afirma impidieron que paramédicos auxiliaran a una víctima de paro cardíaco durante las protestas del viernes.
El gas lacrimógeno, los perdigones y los carros lanza agua de la policía hicieron imposible que los socorristas trataran adecuadamente a la víctima, dijo el autónomo Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH).
Abel Acuña, de 29 años, murió poco después en un cercano hospital público de Santiago.
Tanto la ambulancia como un miembro del personal de atención médica fueron alcanzados por proyectiles cuando intentaban ayudar a Acuña, dijo el INDH.
El caso se suma a más de 1.000 que actualmente están bajo investigación de la fiscalía. Las acusaciones de abusos por parte de las fuerzas de seguridad, que van desde tortura a violencia sexual, se han multiplicado durante las semanas de protestas contra el Gobierno.
Las protestas en Chile, que con frecuencia derivan en disturbios, saqueos y ataques incendiarios, comenzaron por un aumento de las tarifas del metro pero crecieron para incluir una serie de demandas sociales. Las manifestaciones han dejado más de 20 muertos y miles de heridos.
Sergio Micco, director de INDH, dijo que el incidente era “un hecho de extrema gravedad”, agregando que es el sexto caso desde el inicio de las manifestaciones en que la policía ha obstaculizado las tareas de los socorristas.
“No estamos frente a un hecho aislado”, agregó.
No fue posible contactar inmediatamente a la fuerza policial de Chile para solicitar comentarios. Previamente han dicho que siguen protocolos y están apropiadamente entrenados para el control de disturbios.