Angélica Da Silva. ECS/ angelicaidsg@gmail.com
A mediodía salió el bus del terminal de Valera con destino a Boconó, al Encava, color blanco, de la línea San Alejo, le quedaban tres puestos desocupados.
En la parada de La Concepción de Trujillo dos jóvenes abordaron, allí el chofer se desvió para pasar rápidamente por una cauchera y después retomó el viaje, pocos se dieron cuenta porque iban distraídos y las ventanas estaban cubiertas por cortinas.
Más adelante otros dos jóvenes hicieron señas al chofer para abordar la unidad, pero sólo quedaba puesto para uno, el otro aceptó ir de pie, sujeto a las barandas. Cuando iban por Mucuche, municipio Pampanito, los cuatro muchachos que abordaron fuera del terminal, se levantaron y anunciaron un atraco.
Uno de ellos portaba una escopeta recortada, con la cual amenazó al chofer para que no detuviera la unidad ni hiciera señas a algún funcionario policial al pasar por los puntos de observación en el camino, pero para entonces ya el chofer había encendido las luces.
Un civil a bordo
Mientras los otros tres despojaban a los pasajeros de sus pertenencias, teléfonos celulares y dinero en efectivo, un funcionario de civil en la unidad se atrevió a enfrentarlos, pero para cuando desenfundó su arma los maleantes lo sujetaron y forcejearon con él, intentaban quitarle el arma.
La esposa del funcionario intervino y recibió un cachazo, la suegra se abalanzó sobre ellos, durante la golpiza el arma del policía se detonó un par de veces, pero él la mantenía apuntada hacia el piso y no hirió a nadie.
Pasajeros se lanzaron
Algunos pasajeros que iban en los asientos delanteros no soportaron la situación, y mientras los maleantes estaban “ocupados” en la golpiza, un hombre logró abrir la puerta y se lanzó, otros dos lo siguieron.
El primero, un hombre de 39 años, se rompió la cabeza, fue trasladado al Hospital Central de Valera cuando consiguieron ayuda, los otros dos sufrieron raspaduras pero lograron ponerse de pie, uno fue a la Estación Policial y el otro abordó otro bus para llegar a Boconó.
Persecución
Al entrar a Pampán, dos policías encendieron sus motos y siguieron la unidad, se percataron de la situación irregular por la luces y les extrañó que no sedetuvo para la inspección que ordenaron.El chofer bajo amenaza se desvió a un sector rural, hacia la represa de Pampán, los dos funcionarios lo seguían cada uno en una moto, los maleantes se percataron y se desesperaron, condujeron la unidad hasta un matorral estrecho, vía La Quebrada de Flor de Patria.
Quizá fue cuestión de suerte que el bus no lograra avanzar más, entonces los pasajeros se agacharon y los policías que perseguían el vehículo alcanzaron posiciones estratégicas y dispararon, hirieron a dos maleantes que intentaban escapar por la puerta.
Quedaron identificados como Gabriel Ángel García Pacheco de 18 años y Yonkleiber Antonio Gil Terán, alias “El Vampirito” de 19 años, residenciados en La Atalaya de Pampán, fueron trasladados al CDI y allí los buscó el Senamecf para trasladarlos a la morgue de Valera y practicar la autopsia.
Los otros dos ladrones rompieron el vidrio del parabrisas y huyeron. Los pasajeros escucharon y vieron el enfrentamiento que calificaron “de película” y “heroico” por parte de los funcionarios policiales. Estaban sumamente agradecidos.
10 horas después
Los uniformados ayudaron a los pasajeros a salir del sitio y pidieron refuerzos. La Unidad de Control de Reuniones Públicas y Manifestaciones Monay y una comisión de Pampanito llegaron, sacaron a las víctimas, las llevaron hasta la Estación Policial de Pampán para anotar sus declaraciones.
Más tarde, directivos de la línea se presentaron y dispusieron de otra unidad para llevar finalmente a los pasajeros a su destino, sin almuerzo, sin algunas pertenencias y asustados llegarían después de las 10 de la noche a su terruño.
Atención
Los usuarios fueron contundentes al denunciar que er
a responsabilidad del chofer cumplir la ruta establecida, consideraron “negligencia” el desvío y las paradas, por ello abordaron los maleantes y pasaron el susto, pero pudo ser peor, creían que los matarían en esos matorrales. Familias con niños viajaban a bordo, el enfrentamiento era arriesgado, a Dios gracias dio “al blanco”.