Buenos Aires, 13 oct (EFE).- El anuncio de la creación de un futuro organismo de control de noticias falsas en Argentina auspiciado por el Gobierno y que está previsto que sea controlado por la Defensoría del Público ha generado polémica al considerar ciertos sectores que este puede atentar contra la libertad de expresión.
Después de las primeras voces que alertaron de la inconveniencia del Observatorio de la Desinformación y la Violencia Simbólica en Medios y Plataformas Digitales, conocido como Nodio, la Defensoría del Público emitió un comunicado en el que aseguraron que «no existen intenciones de llevar adelante ni el control, ni la supervisión de la tarea de la prensa».
«Son actividades incompatibles con las funciones del organismo», aseveraron desde la Defensoría, al frente de la cual se encuentra Miriam Lewin.
MÚLTIPLES VOCES CRÍTICAS
Entre quienes han mostrado su preocupación por el Nodio se encuentran la mayor coalición opositora del país, Juntos por el Cambio, que realizó un comunicado al respecto este martes; la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) y la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
La SIP rechazó también la creación del Nodio al asegurar que ese organismo gubernamental es «oscuro» y cuestionó su propósito de «proteger a la ciudadanía de noticias falsas, maliciosas y falacias».
«Lamentamos que una vez más que un Gobierno argentino, como lo han intentado otros Gobiernos en el país en varias épocas, busca juzgar la conducta y los criterios editoriales de los medios, decidiendo qué es bueno o malo para la sociedad», subrayó el presidente de la SIP, Christopher Barnes.
Mientras, la Adepa se separó del Nodio indicando su «preocupación» por el hecho de que sea «un organismo oficial».
«La instauración de este tipo de órganos de vigilancia desde el Estado conlleva un riesgo cierto de que estos sean utilizados como método sutil de disciplinamiento o represalia por motivaciones ajenas a los principios que dicen promover», recalcaron.
Criticaron además que en el acto en el que se presentó al público la nueva plataforma «la casi totalidad de sus integrantes (estaban) identificados con un sector político claramente determinado».
La Adepa recalcó que el hecho de que «un organismo público monitoree el ejercicio de la opinión y la información» supone «un llamado de atención para la libertad de expresión».
Por su parte, Juntos por el Cambio, que lidera la oposición en Argentina, repudió el nuevo observatorio de medios y pidió citar a Lewin ante la Comisión de Libertad de Expresión «para que responda sobre los objetivos del programa y el posible avasallamiento sobre la libertad de expresión».
La diputada opositora Gabriela Ocaña consideró que el Nodio «tiene como único objetivo controlar de manera enmascarada el contenido que se difunde a través de los medios de comunicación».
Ocaña apuntó hacia la vicepresidenta del país, Cristina Fernández, jefa de Estado entre 2007 y 2015 y criticada durante su mandato por la polémica Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que impulsó.
«Existen sobradas razones para desconfiar de este tipo de programas creados por el kirchnerismo, partido que ha
atacado en incontables oportunidades a los medios de comunicación», apuntó Ocaña.
La oposición incidió también en «la poca información brindada acerca de cuáles serán las funciones y objetivos» del observatorio.
LA DEFENSORÍA SALE AL PASO
Por su parte, desde la Defensoría del Público indicaron que el Nodio se encuentra «en etapa de conformación» y está pensado como «una línea de trabajo que contará con la participación de plataformas digitales, universidades, comunicadores y comunicadoras, sindicatos, cámaras empresarias, empresas de comunicación y miembros de la sociedad civil».
«Tiene como objetivo promover la libertad de expresión y el debate democrático», indicaron en un comunicado.
Defendieron además que organismos supranacionales han mostrado su preocupación por «la desinformación y los discursos violentos».
«Este es el marco en el que se desarrolla la propuesta de Nodio», añadieron.
Lewin remarcó que la Defensoría del Público «está muy lejos de cualquier intento de control de la información pública» y que desde el inicio de su gestión se propuso «concretar una apertura a todos los actores del sector».