Madrid, 31 dic (EFE).- El Real Madrid echó el cierre en Valladolid, con una victoria 0-2, a un año 2022 en el que sumó cuatro títulos -Supercopa de España, Liga, Liga de Campeones y Supercopa de Europa-, firmó remontadas para la historia y despidió a jugadores ya leyendas del club como Casemiro, Marcelo, Isco y Bale.
La vuelta del italiano Carlo Ancelotti en verano de 2021, tras el adiós de Zinedine Zidane, trajo de vuelta los títulos a las vitrinas de un Santiago Bernabéu aún en obras.
Tras una temporada en blanco, el 16 de enero de 2022 el Real Madrid alzó al cielo de Riad (Arabia Saudí) su 12ª Supercopa de España al vencer 0-2 al Athletic Club en un partido que mostró lo que iba a ser el año para los de ‘Carletto’.
Luka Modric fue nombrado mejor jugador, de nuevo, sin importar su edad; Karim Benzema marcó uno de los 44 goles que le llevaron a ganar el Balón de Oro; Thibaut Courtois paró un penalti y avisó de lo que iba a costar superarle; y el Real Madrid arrancó el 2022 ganando un torneo, como hizo en otras tres ocasiones.
La siguiente fue la Liga, la 35ª en su palmarés. El torneo de la regularidad en el que fue, precisamente, el más regular de todos. No tuvieron rival los de Ancelotti, que se hicieron con el título con dos jornadas aún por disputar y con rotaciones pensando en la Liga de Campeones.
En los 36 partidos para ser campeón, sumó 26 victorias, 6 empates y tan solo 4 derrotas, marcando 79 goles y encajando 30. Los números de un campeón indiscutible. El único borrón, el 0-4 que encajó del Barça en un clásico que los jugadores madridistas no afrontaron como tal al tener 15 puntos de ventaja.
Título que hizo que Ancelotti completara un hito nunca visto en la historia del fútbol, ya que se convirtió en el único entrenador en ganar las cinco grandes ligas europeas. España, Alemania, Francia, Inglaterra e Italia; todas están en su currículum, pero aún le aguardaba más historia por hacer, como reza el himno del club.
LAS REMONTADAS EN EL CAMINO A LA DECIMOCUARTA
Tras el ‘no’, inesperado y sonado después de poner cerca de 200 millones de euros sobre la mesa, de Kylian Mbappé en verano a vestir de blanco y una temporada sin títulos, nadie ponía al Real Madrid entre los favoritos a ganar la ‘Champions’. Menos tras el tropiezo en casa contra el modesto Sheriff. Pero Ancelotti sí, desde el primer momento creyó en los suyos, no lo ocultó y el tiempo le dio la razón.
La rocambolesca historia del Real Madrid en la Liga de Campeones empezó en el sorteo de los octavos de final. La suerte le emparejó con el Benfica -rival, a priori, asequible- en el primer duelo que deparó el sorteo, pero un error en el proceso justo después hizo que se repitiera entero. Incluyendo el rival de un Real Madrid cuyos dirigentes miraban estupefactos la situación.
Y tocó el París Saint-Germain. El de Leo Messi, Mbappé, Neymar y un Sergio Ramos que justo después del sorteo volvía por primera vez a Madrid tras cambiar la capital de España por la de Francia.
De Lisboa a París, donde el Real Madrid dio muestras de debilidad, pero sobrevivió, como hizo en cada uno de los siguientes duelos, por inverosímil que pareciera.
Los de Ancelotti volvieron de Francia sin tirar a puerta y con un 1-0 anotado por Mbappé en los últimos instantes del partido y después de que Courtois detuviese un penalti a Messi.
Acabó con vida el Real Madrid, y la vuelta en el Santiago Bernabéu supuso la primera de las tres remontadas para el recuerdo.
La primera parte en el Bernabéu fue un calco de lo visto en el Parque de los Príncipes. Superioridad manifiesta del PSG a lomos de un Mbappé vitoreado por la afición madridista, obnubilados por la idea de que meses más tarde iba a ser suyo, y que, finalmente, no fue así.
Marcó uno y le anularon dos, el segundo tras una bicicleta asombrosa ante Courtois. Perdonó el PSG y no el Real Madrid en una muestra de orgullo, de historia, y de lo inexplicable. Benzema dio la esperanza necesaria a los suyos en el minuto 61, y más tarde llegaron los dos minutos de delirio.
Tantos del galo en el 76 y el 78 y echó por tierra todo lo anterior. El Real Madrid se metió en cuartos contra pronóstico.
Llegó el Chelsea, un club londinense afectado por la invasión rusa a Ucrania al estar en manos de Román Abramóvich. 1-3 en Stamford Bridge en uno de los mejores partidos del año, pero los ‘blue’ le dieron la vuelta en 75 minutos en el Santiago Bernabéu.
Tres goles que hasta se hicieron cortos, hasta que apareció el exterior de Modric para que Rodrygo igualase la eliminatoria en el 80 y Benzema dio la puntilla en la prórroga.
En semifinales, contando ya con el factor miedo que provocaba en los rivales la vuelta en el Bernabéu, llegó el todopoderoso Manchester City.
Los de Guardiola fueron superiores en la ida. 2-0 en 11 minutos como muestra de ello, pero el mentón del Real Madrid era más duro que eso. Siempre tuvieron una respuesta los de Ancelotti y se volvieron con un 4-3 en contra y apelando a su afición.
Mahrez, en el 73, se encargó de silenciar al Bernabéu, pero no lo mató. Cuando todo parecía perdido para el Real Madrid e invadía la resignación, apareció Rodrygo Goes para, en el 90 y el 91+ igualar la eliminatoria. Lo imposible volvió a ser posible. Por tercera y penúltima vez.
Benzema, de penalti en el 95, dio la puntilla al Manchester City ante la incredulidad de Guardiola en el banquillo y el Real Madrid ganó el billete a París para la final de la ‘Champions’.
Esta vez no había Bernabéu de por medio, pero el Real Madrid volvió a sacar ese gen que solo se le atribuye al rey de Europa, el de ganar.
Una carrera por banda derecha de Valverde que acabó con gol de Vinicius, para cerrar su temporada de consagración en la élite que le colocó, dejando atrás las dudas, entre los mejores del mundo, le dio el título al Real Madrid. Aunque no fue tan fácil.
Ese fue el único disparo a puerta de los de Ancelotti, por los nueve que hizo el Liverpool. Todos los detuvo Courtois, estableciendo un récord en las finales de ‘Champions’. 23 remates totales ‘red’ que tampoco tumbaron a un Real Madrid que completó así un camino al título nunca visto.
Trofeo con el que el brasileño Marcelo completó su palmarés en el conjunto blanco, convirtiéndose en el jugador que más trofeos ha ganado en toda la historia del Real Madrid. 25 en 15 temporadas. Casi nada.
Una leyenda que dijo adiós al club en verano, como hicieron Gareth Bale e Isco Alarcón. Los tres acababan contrato, a diferencia de un Casemiro que se fue por sorpresa aunque, eso sí, tras un nuevo título.
EL ‘NO’ DEFINITIVO DE MBAPPÉ, LA MARCHA DE CASEMIRO Y EL POKER DE TÍTULOS
La negativa del PSG a vender a Mbappé en verano de 2021 aplazaba el culebrón a un año vista, cuando el galo acababa su contrato y era dueño de su destino. Uno que parecía ser blanco, los gestos invitaban a ello, pero todo cambió a un ritmo vertiginoso y acabó renovando su contrato.
Esto no enturbió el objetivo máximo del Real Madrid, que era alzar al 14ª ‘orejona’ días después. Lo hizo, pasó página volviendo a proclamarse campeón de Europa y miró hacia delante.
Se hizo con Antonio Rüdiger, libre, para reforzar la defensa e invirtió 80 millones de euros en Aurelien Tchouaméni, quien llegó llamado a ser el sustituto de Casemiro a medio plazo y acabó siéndolo casi de forma inmediata.
El 10 de agosto ganó al Eintracht de Fráncfort y ganó su cuarto título del año, el póker. Casemiro fue nombrado ‘MVP’ y se marchó rumbo al Manchester United. 70 M€ más incentivos que compensaban semanas después la inversión en un Tchouaméni que no tardó en hacerse dueño del hueco que dejó ‘Case’.
El fin de la ‘CMK’ -Casemiro, Kroos Modric-, ese «Triángulo de las Bermudas», como catalogó Ancelotti, que dominaba los partidos.
Una nueva etapa arrancó, con retales de la anterior y con la mente puesta en el Mundial. Benzema recogió su Balón de Oro que le acreditó, de forma indiscutible, como el mejor jugador del planeta de la pasada temporada, mientras acumuló ausencia tras ausencia con el Real Madrid por lesión.
Llegó Qatar 2022, en el que Benzema finalmente no participó, con el Real Madrid segundo clasificado en LaLiga Santander, a dos puntos del Barcelona y en octavos de ‘Champions’, donde volverá a vérselas contra el Liverpool, pero esto formará parte ya de un 2023 al que el conjunto blanco llega tras una victoria contra el Valladolid después de 50 días sin competición oficial por el Mundial.
Óscar Maya Belchí