Toulouse (Francia), 15 jul (EFE).- Después de 10 etapas el Tour de Francia paró máquinas para disfrutar en Toulouse de la primera jornada de descanso en medio del debate acerca de si existe alguna estrategia o método para derribar el dominio del esloveno Tadej Pogacar, líder real en la general, aunque el maillot amarillo reposa de manera provisional en la espalda del irlandés Bean Healy.
Pogacar, campeón del mundo y triple vencedor de la prueba francesa, no ha decidido el Tour, pero maneja la batuta de la carrera a su antojo, ha ganado dos etapas con autoridad y en la crono sacó tiempo a su rival directo, el danés Jonas Vingegaard. Les separan 1.17 minutos y seguirán centrando el foco del duelo estelar de la presente edición en la semana que espera con la montaña pirenaica.
De momento nadie ha puesto en serios apuros a Pogacar, aunque el Visma ha intentado movimientos para poner contra las cuerdas al defensor del título. El equipo de Vingegaard, más potente que el de su enemigo, que acusará la baja del portugués Almeida, deberá inventar el antídoto para derrocar al esloveno, para destapar sus debilidades, si las tiene, y obligarle a doblar la rodilla, como aquella etapa en el Granon del Tour 2022.
Tras el descanso en Toulouse y una etapa para el esprint de trámite, llegan los Pirineos. El apretón de manos entre Pogacar y Vingegaard firmando tablas en el Puy Sancy dará paso a la batalla sin cuartel a partir del jueves en el Hautacam, el primer coloso pirenaico preludio de la cronoescalada del viernes en Peyragudes y de otra interesante jornada en Superbagnères.
El Visma deberá mover sus peones para tratar de derribar al rey en el tablero pirenaico. Sus técnicos hacen cábalas, elucubran, diseñan asaltos al poder, pero será la carretera, como siempre, la que se explique.
El Visma estudia cómo hincar el diente a Pogacar
Healy, con enorme mérito, sueña despierto con el maillot amarillo. un regalo de Pogacar, que lo recuperará en cuanto entre el pelotón en las montañas. Es el líder real del Tour, el patrón, el centro de la diana en la lucha por el poder. Se encuentra a 29 segundo del líder irlandés, y a su vez tiene a Evenepoel a un minuto, a Vingegaard a 1.17, a Jorgenson a 1.37, Vauquelin a 1.57, a Lipowitz a 2.05 y a Roglic a 2.12 como principales referencia.
Más lejos, con el podio fuera del horizonte, el optimismo de los representantes españoles se disipa con el puesto 12 de Carlos Rodríguez a 5.06 minutos y el 13 de Enric Mas a 5.18. Ambos esperan las etapas de los grandes puertos para enderezar un rumbo poco halagüeño.
En esas etapas de montaña es donde el Visma pretende desplegar una estrategia para desgastar a Pogacar y ponerle a nivel humano. El UAE perdió a Joao Almeida, clave en la alta montaña, y tiene debilitado a Pavel Sivakov. Por contra, Vingegaard cuenta con su escolta en perfecto estado, con Kuss, Jorgenson y Simon Yates en el frente de batalla.
Pogacar, con la lección aprendida
Las primera etapa de Hautacam y la crono serán claves. Pogacar querrá abrir diferencias para encauzar su cuarto Tour y guardar su renta para la tercera semana en Alpes, donde podría rematar la faena. Pero también sabe que tendrá que capear el temporal.
El Visma recuerda y se relame con la formula de 2022, a base de ataques constantes en el encadenado Télégraphe y Galibier que culminaron en el Granon con el esloveno derrotado. Luego, en Hautacam, días más tarde, Van Aert lo remató.
En el día de descanso el debate se desencadenó con preguntas recurrentes. ¿El Tour será un paseo de Pogacar hasta París?. ¿Cómo se le puede derrotar?. Las respuestas son dispares, pero es posible que prevalezca la idea de que, salvo imprevistos en forma de caída, Tadej Pogacar llegará de amarillo a París con autoridad.
La cronoescalada y el Tourmalet, claves en la segunda semana
Tras el primer descanso, la semana arranca en Toulouse con una etapa llana antes de pasar a los Pirineos. El jueves, meta en la cima del Hautacam (Especial, 13,5 km al 7,8), previo paso por el Soulor y Col de Borderes. Puede ser el primer gran test para los favoritos. Al día siguiente turno para la cronoescalada a Peyragudes (8 km al 7,3). Mano a mano, con el esfuerzo individual, será otra de las citas claves de la presente edición. El paso por la cordillera se cerrará con el día grande en la cima de Superbagneres (Especial, 12,4 al 7,3), subida a meta que estará precedida por el entrelazado del Tourmalet (Especial, 19 km al 7,4) Aspin (2a, 5 km al 7,6) y Peyresourde (1a, 7,1 km al 7,8). La semana concluye el domingo en Carcasona con jornada para aventureros.
Carlos de Torres