Redacción Internacional, 5 abr (EFE).- Ecuador, Perú, y Bolivia protagonizan el próximo domingo, 11 de abril, una atípica megajornada electoral, marcada por la urgencia de sacar adelante agendas políticas que den respuesta al creciente descontento de la población y a la devastación social y económica causada por la pandemia.
En este «superdomingo», Ecuador y Perú llevarán a cabo comicios presidenciales y Bolivia realizará una segunda vuelta para elegir a los gobernadores de cuatro departamentos, en la que el gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Evo Morales, espera recuperar terreno.
Así, el próximo domingo será una fecha estrella en las urnas de este año en Latinoamérica, una cita de la que está a punto de descolgarse Chile, que tenía previsto ese día celebrar los comicios municipales, de gobernadores y de los 155 constituyentes, pero están prácticamente aplazados a mayo por la fuerte extensión de la covid-19.
UN «SUPERDOMINGO» CON TERCERA OLA DEL VIRUS
En esta línea de aplazamientos, las autoridades sanitarias han advertido de la necesidad de extremar las medidas para que las campañas y las votaciones no se conviertan en focos de infecciones de covid-19, justo cuando la región está entrando en la temida tercera ola del virus.
«La recomendación que se ha dado a los países y que estos han implementado es hacer que la campaña sea mayormente en forma remota», indicó Ciro Ugarte, director del Departamento de Emergencias en Salud de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), al comentar sobre las elecciones del 11 de abril.
Desde el 2020, el impacto del coronavirus en América Latina, región donde la vacunación avanza a ritmo desigual y los números de casos y muertes siguen al alza, ha provocado una distorsión en la dinámica electoral tradicional y marcará, por supuesto, los comicios del próximo domingo, en los que se teme por los efectos en la democracia.
«Se mantiene la tradición institucional, pero con cambios importantes en la manera de conducir las campañas. Lo que estamos viendo es una digitalización de las campañas que no le hace bien a la democracia», señala a Efe la politóloga e internacionalista colombo-uruguaya Laura Gil, directora de la firma Diálogos y Estrategias y del portal La Línea del Medio.
ECUADOR: BALOTAJE CON UN TERCERO EN POLÉMICA
En el caso de Ecuador, la segunda vuelta presidencial viene precedida de un clima enrarecido por las acusaciones de fraude vertidas por el candidato indígena Yaku Pérez, quien con un 19,39 % de los sufragios quedó por detrás del centroderechista Guillermo Lasso, que apenas pudo distanciarse de él un 0,35 % para asegurarse un puesto en el balotaje.
En la primera plaza, desde ese 7 de febrero, está Andrés Arauz, aspirante del correísmo y que se colocó en cabeza con el 32,72 % de los votos.
Arauz es la apuesta del movimiento FCS-Unión por la Esperanza, influenciado por el expresidente Rafael Correa (2007-2017) y con el que buscan que un correísmo «auténtico» retorne a la Presidencia ecuatoriana, luego del vuelco protagonizado por el actual mandatario, Lenín Moreno.
«Creo que Arauz ha dado algunas puntadas para decir que va a hacer un correísmo ‘a lo Arauz’, pero uno nunca se sabe hasta que asumen la Presidencia», señaló Gil.
Las encuestas hasta mediados de marzo daban a Arauz como ganador en el balotaje, pero conforme se acerca la elección definitiva parece estar perdiendo apoyos.
PERÚ BUSCA UN PRESIDENTE QUE DURE CINCO AÑOS
Este 11 de abril Perú comenzará a elegir a quien asuma el Poder Ejecutivo después de que cuatro presidentes se alternaran entre 2016 y 2021.
El vaivén presidencial comenzó en 2018, cuando Pedro Pablo Kuczynski renunció tras revelarse su implicación en el escándalo de Odebrecht y fue reemplazado por su primer vicepresidente, Martín Vizcarra.
Vizcarra fue depuesto el 9 de noviembre de 2020 tras un proceso de destitución (vacancia) por incapacidad moral que desató una gigantesca ola de protestas a nivel nacional.
El presidente del Congreso, Manuel Merino, asumió el poder el 10 de noviembre, pero solo duró una semana, ya que, tras el pésimo manejo de las protestas en las que murieron dos personas a manos de las fuerzas de seguridad, tuvo que renunciar.
La Presidencia entonces recayó el 16 de noviembre en Francisco Sagasti, quien en cuestión de horas pasó de ser cabeza del Legislativo a jefe de Estado.
En estas justas, como en las de hace cinco años, también pone su nombre a consideración Keiko Fujimori, derrotada entonces por Kuczynski, aunque parece que esta vez tendrá que pelear por entrar a una posible segunda vuelta, el 6 de junio.
Según los sondeos, ni Fujimori, ni Yonhy Lescano (Acción Popular, centroizquierda), Rafael López Aliaga (Renovación Popular, ultraconservador), George Forsyth (Victoria Nacional, centro derecha), Hernando De Soto (Avanza País, derecha neoliberal) ni Verónika Mendoza (Juntos por el Perú, izquierda) alcanzarían el 11 de abril el porcentaje necesario para hacerse con la Presidencia en primera vuelta.
«Si para Ecuador el desafío de quien gane es sacar al país de la radicalización, para Perú la meta es lograr la estabilidad», acota Gil.
SEGUNDA VUELTA EN CUATRO DEPARTAMENTOS DE BOLIVIA
Los departamentos de La Paz, Chuquisaca, Pando y Tarija definirán el 11 de abril quiénes regirán sus destinos en una segunda vuelta de las elecciones subnacionales del 7 de marzo, en las que perdió terreno el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) del expresidente Evo Morales y del actual mandatario Luis Arce.
En La Paz, Pando y Tarija, el MAS se impuso en la primera vuelta, pero en las filas oficialistas preocupa que la gobernación paceña pase a manos del movimiento Jalalla, el mismo de la expresidenta del Senado Eva Copa, alcaldesa electa de El Alto, que fue un fortín político de Evo Morales.
Para Gil, la gran pregunta en Bolivia es «si se logra consolidar una oposición al MAS que venga desde lo comunitario, que no sea una oposición desde la derecha».
CHILE: UN APLAZAMIENTO INMINENTE
Las protestas desatadas en 2019, las más grandes desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet en 1990, fueron el impulso para querer derribar uno de los vestigios más importantes de esa época: la Constitución de 1980.
El 15 de noviembre de 2019, los principales partidos políticos chilenos suscribieron un acuerdo para convocar un plebiscito que se llevó a cabo el 25 de octubre de 2020, resultando ganadora la opción de una nueva Constitución con el 78,28 %.
La desconfianza de los chilenos en su clase política se vio reflejada en el hecho de que los votantes prefirieron que la nueva Carta Magna sea redactada una convención constitucional formada por 155 ciudadanos, en vez de una convención mixta integrada a la mitad por representantes de los partidos.
«En Chile el desafío mayor es la creación de confianza en el sistema político», apunta la politóloga Gil.
No obstante, la elección de los 155 miembros de la Constituyente que redactará la nueva Carta Magna, a llevarse a cabo entre el 10 y el 11 de abril, se mantiene en suspenso tras el pedido del presidente Sebastián Piñera de aplazarla al 15 y 16 de mayo, así como los comicios municipales, debido al empeoramiento de la pandemia, una postergación que previsiblemente será confirmada este martes.