SAN CRISTÓBAL. Pese a los esfuerzos realizados por los productores y ferieros del estado y del personal del Hospital Central de San Cristóbal, el déficit de alimentos persiste en el centro de salud donde no se cubre ni siquiera el rango mínimo de alimentación requerido por al menos 330 pacientes a quienes debe proveérsele de tres comidas diarias.
Si bien las autoridades del Hospital Central y el personal que allí labora agradece enormemente la dotación que semanalmente hacen los productores de Jáuregui, el Mercado Mayorista de Táriba y los Mataderos de Junín, San Cristóbal y El Piñal, también reconocen que el déficit de alimentos sigue siendo elevado.
Marisol Colmenares, jefe del Servicio de Nutrición y Dietética del Hospital Central quien estuvo acompañada por Renny Cárdenas, director del recinto hospitalario, explicaba que la donación que han recibido desde el pasado 20 de diciembre hasta el 20 de abril del año en curso, suma 8.793 kilos en frutas, verduras y hortalizas y 3.696 kilos en carne, lo equivalente a un porcentaje muy bajo de los requerimientos del HCSC.
Comentaba que este centro de salud requiere para sus pacientes al menos 17.700 kilos mensuales de frutas, verduras y hortalizas y por los menos 8.500 mensuales de carne y pollo, recordando que se trata de tres comidas diarias a alrededor de 330 pacientes, es decir, una demanda muy alta y difícil de cubrir actualmente.
Los pacientes del HC, según Colmenares, no reciben una dieta balanceada, porque es muy difícil hacer una planificación sino se cuenta con la cantidad de rubros necesarios, en muy raras ocasiones pueden planificar con la dotación que reciben semanalmente, todo dependerá de la cantidad de rubros que les llegue y la cantidad de kilos.
“Siempre estamos esperando la dotación, la caridad de los andinos que ha sido extraordinaria, y por ello ya no hacemos planificación y no podemos ofrecer una dieta balanceada. Lo que hacemos es tratar de extender lo que nos llega para todos los pacientes y muchos de ellos no reciben el tipo de dieta que requiere su condición”.
Para la nutricionista los pacientes no están recibiendo la alimentación que necesitan, sin embargo, están haciendo todo lo posible por cumplirle sus tres comidas con lo que tienen, regulando la porción de alimentos, por ejemplo, antes se les daba una taza de sopa, ahora reciben media taza, porque de lo contrario no alcanza para todos.
La cantidad de pacientes que maneja el centro de salud de referencia del estado, hace cada vez más difícil que se le pueda ofrecer una alimentación balanceada acorde a su patología. Quienes no pueden comer carne roja, porque tienen problemas hepáticos o gástricos, no consumen proteína, porque no cuentan con pollo, huevos u otra fuente proteica.
“En estos momentos no podemos cumplir algunas dietas, hay un mal manejo de la alimentación de los pacientes porque hay un déficit importante de alimentos y estamos conscientes de ello, pero nosotros hacemos todo lo que está en nuestras manos y seguiremos haciéndolo porque ese es nuestro trabajo, pero no contamos con lo que necesitamos para trabajar como debe ser”.
Para Colmenares, la dotación de alimentos por parte de los productores y ferieros del estado, es una bendición y están muy agradecidos por ello, como también agradecen a Mercal por los víveres que todavía entregan al hospital, pero en cuanto a frutas, verduras, hortalizas y producto cárnico el déficit persiste y esa es una realidad que a diario enfrenta el centro de salud. Prensa Corposalud