Periodista Luis Carlos Díaz fue trasladado al Palacio de Justicia

A pesar de que las primeras informaciones manejadas por el CNP hablaban de su liberación, se pudo conocer que el periodista estaría en los tribunales del Palacio de Justicia esperando audiencia

 

El periodista Luis Carlos Díaz, quien había sido detenido la tarde-noche de este lunes, fue trasladado al Palacio de Justicia en Caracas tras casi 24 horas de retención “irregular” según lo han denunciado los distintos gremios periodísticos y asociaciones de DDHH, que responsabilizan al Gobierno de Nicolás Maduro por su integridad física.

A pesar de que el Colegio Nacional de Periodistas (CNP) había anunciado su liberación a través de su cuenta en Twitter, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) aún no lo ha confirmado.
La secretaria general del CNP, Delvalle Canelón aseguró, que el comunicador “estaría en proceso de liberación”, antes de agregar que “cuando se da un proceso de este tipo se lleva un tiempo. Se encuentra en ese proceso de los papeles de la liberación”, precisó.
Sin embargo, la periodista Patricia Rodríguez compartió una publicación por medio de su cuenta en Twitter, donde aseguraba que Díaz se encontraba «en el tribunal 31 de Control del Palacio de Justicia», esperando a sus abogados.
«Se conoce que está en una audiencia ante el Juez para conocer porque está allí. Posiblemente le dicten medidas cautelares», agregó el tuit de Rodríguez.
Por su parte, el reportero Daniel Blanco, confirmó que Luis Carlos «fue sacado del Helicoide, pero no liberado», al tiempo que anunció su traslado al Palacio de Justicia y aclaró que «hubo un error en los reportes preliminares».
Díaz fue detenido por supuestamente estar implicado en el apagón nacional que afectó al país el pasado jueves y que se extendió por más de 72 horas en gran parte del territorio.
La detención del periodista, quien es también activista de Derechos Humanos (DDHH), causó repudio a nivel nacional e internacional por considerar que el gobierno de Nicolás Maduro lo quiere usar de chivo expiatorio ante la crisis energética de Venezuela que se remonta a casi una década.
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