SAN CRISTÓBAL. «Venezuela es un país arruinado económicamente y dividido social y políticamente, con las instituciones secuestradas y con una dictadura que hoy oprime a la inmensa mayoría de los venezolanos cuando está a punto de finalizar el período presidencial de Nicolás Maduro, representante del llamado socialismo bolivariano»; es el balance que ofrece el exgobernador de Táchira y dirigente nacional del partido social cristiano Copei, César Alejandro Pérez Vivas, tras fijarse fecha para el proceso electoral presidencial.
Expresó Pérez Vivas, que el cuadro político ha producido en Venezuela una estampida humanitaria, como pocas veces había ocurrido en todo América latina, en donde más de 4 millones de personas han abandonado el territorio de la República, presionados por el hambre, la violencia criminal, la intolerancia política y la insalubridad que viene tomando cuerpo cada día en nuestro país.
«Maduro heredó de Hugo Chávez una economía estructuralmente en vías de destrucción, una economía que había recibido la más fabulosa suma de recursos financieros de toda la historia económica de Venezuela y que al inicio del periodo encuentra la arcas del tesoro nacional literalmente vaciadas, de acuerdo a lo expresado por el entonces ministro de planificación y finanzas Jorge Giordani, quien al renunciarle a Maduro expresa que con el objetivo político de salvaguardar la presencia de la revolución en el gobierno comprometieron severamente las reservas nacionales».
Resalta, el exgobernador tachirense, que la nación debe hacer un esfuerzo especial para recuperar la democracia, después de que el Gobierno nacional hiciera un golpe de Estado al arrebatar las funciones de la Asamblea Nacional e instaurar la Asamblea Nacional Constituyente, y, la primera tarea de los ciudadanos venezolanos debe ser recuperar la institucionalidad democrática para poder levantar la economía.
«Los 800 mil millones de dólares recibidos por el país, durante el gobierno de Hugo Chávez, más una deuda pública que sobrepasa los 120 mil millones de dólares fueron literalmente despalillados, despilfarrados por el comandante Chávez, dejando a la nación totalmente huérfana de recursos financieros y por consiguiente no se pueden implementar proyectos de desarrollo, mucho menos afrontar épocas de crisis, por lo que seguir impulsando un modelo socialista ha resultado una medida más perjudicial, que se ha seguido en esta crisis, con un Estado dueño de los medios de producción y que interviene de manera directa en la economía privada, regulándola de manera asfixiante con un control de cambio y de divisas que limita las finanzas para la importación y exportación, sumando a esto la regulación de precios de venta, generando una distorsión económica compleja, que trae todo este escenario económico que se vive en el país».
FUENTE: Información ICEAC