En los casi 209 kilómetros de recorrido hacia el santuario del Santo Cristo de La Grita, los peregrinos son atendidos por paramédicos, enfermeras, funcionarios de Protección Civil y Cuerpo de Bomberos, instituciones del estado y ciudadanía en general, que instalan puntos de atención e hidratación para darles un empujón que los ayude a llegar
Texto: Luzfrandy Contreras/ Mariana Duque
Fotos: Carlos Eduardo Ramírez
Con motivación y orgullo por los feligreses que se movilizan a visitar el Santo Cristo de La Grita, voluntarios de la fundación regional Niño Simón, Centro Clínico San Cristóbal y Protección Civil Táchira, ofrecen apoyo en el segundo punto de hidratación vía al municipio Jáuregui, ubicado en el puente La Encantada, sector el Fical del municipio Andrés Bello.
Con atención prehospitalaria, agua y frutas refrescantes reciben a los feligreses. Unos funcionarios están en este sector desde el pasado 2 de agosto, otros se incorporaron este sábado 5 de agosto, como es el caso de los voluntarios de la clínica privada Centro Clínico San Cristóbal. Observar a personas en condiciones limitadas, hasta en sillas de ruedas, haciendo la ruta del peregrino, es una de las tantas razones que los motiva a mantenerse en el lugar.
«Caminar es un sacrificio, pero hacerlo con condiciones limitadas es algo que va más allá de la fe. Hay personas que vienen en su silla de ruedas, tienen todo el dominio con sus manos, esto lo lleva a uno a pensar que el límite está en la mente, y al ver esto nos sentimos más comprometidos con Dios. Esto va más allá de la fe, y al ver el número de personas que pasan por aquí lloviendo o con sol, significa un gran amor hacia Dios y hacia las costumbres del estado Táchira», así lo relató Leandra Contreras, directora ejecutiva de la fundación regional Niño Simón, quienes desde el pasado 2 de agosto han atendido a más de 500 peregrinos.
Al frente del puesto de hidratación, funcionarios de Protección Civil Táchira realizan masajes en las piernas a los caminantes, y en las manos y brazos a quienes van impulsando su propia silla de ruedas.
A un lateral del punto de hidratación, se encuentran los voluntarios del Centro Clínico San Cristóbal, un paramédico y una enfermera, quienes por primera vez se sumaron a esta iniciativa, y han prestado apoyo a peregrinos que ameritan una revisión prehospitalaria.
«Estamos aportando un granito con nuestro punto de prevención gracias a la clínica, estamos atendiendo a las personas que van haciendo la peregrinación, algunos necesitan toma de tensión, o revisión por un golpe calórico, o algún vendaje y nosotros así colaboramos», informó Jhonatan Castro, paramédico del Centro Clínico San Cristóbal.
Como ellos, otros funcionarios regionales y ciudadanos en general, están desplegados atendiendo a los peregrinos, para darles un empujón en su camino de fe y sacrificio hacia el santuario del Santo Cristo milagroso.