“PEPE” MUJICA UN ÍCONO DE LA IZQUIERDA COMPROMETIDA | Por: Segundo Mendoza

A raíz de la muerte del expresidentes de Uruguay, José “Pepe” Mujica, conversaba con el ex alcalde del municipio Valera, Profesor Alí Quintero y ambos coincidimos en que este descado ex guerrillero y líder político, representa quizás uno de los últimos íconos de la auténtica y verdadera izquierda latinoamericana comprometida con las nobles causas sociales del pueblo.

Y es que Mujica supo congeniar su accionar ciudadano y político siempre en defensa de las mejores causas del los más desposeídos.

Su vida de 89 años fue un ejemplo de servidor público honesto y austero hasta más no poder. Prueba de ello es que ejerció la presidencia de Uruguay sin utilizar los privilegios del poder, sin escoltas ni carros de lujo.

Era común observarlo llegar a su despacho presidencial manejando su viejo Wolkswagen escarabajo de 1987.

Al dejar la presidencia se dedicó a trabajar en su pequeña granja donde sembraba y criaba sus animales, siempre acompañando de su fiel esposa y su entrañable perra Manuela, la cual nació con un defecto (solo tenía tres patas). Al morir este noble animal, Mujica procedió a enterrarla al pie de un viejo árbol y allí mismo anunció su deseo que al morir él, lo enterraran al lado de ella.

Mujica dió una demostración de desprendimiento a lo material, al negarse a recibir el pago la pensión vitalicia que le correspondía como expresidente de Uruguay, por el contrario optó por donar el dinero que por este concepto, a los más pobres. Un ejemplo que muchos dignatarios latinoamericanos deberían seguir.

Lamentablemente “Pepe” Mujica fue detectado el año pasado con un agresivo cáncer de esófago que rápidamente hizo metástasis y se diseminó por gran parte de su cuerpo. Pese a ello, el indomable y viejo guerrero continúo trabajando la tierra y cuidando de sus animales. Cuando ya las fuerzas le fallaron se negó a continuar recibiendo tratamientos de quimio y radioterapia y pidió que lo dejarán morir tranquilo y que cumplieran su deseo de que lo enterraran al pie del viejo árbol, junto a su querida perra Manuela. Paz a sus restos.

 


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