El martes algunos bancos decidieron no dar el dinero completo, estaban pagando sólo 1 millón 400 mil Bs. que no alcanza ni para un cartón de huevos, sin embargo, ayer miércoles parece que les llegó más dinero y empezaron a pagar los 2 millones 400 mil. Algunas personas, clientes del Banco de Venezuela denunciaron que no es posible que sólo le den efectivo a los pensionados y a los clientes del banco no los atiendan como debe ser
Hubo aumento en la pensión, y la gente cuando le corresponde el pago sale muy entusiasmada para cobrar sus “realitos”, pero cuántos sacrificios deben soportar los hombres y mujeres de la tercera edad para recibir su pago. Son innumerables los testimonios de cada uno, y tan sólo ver a la gente es suficiente para imaginar la cruz que cargan para retirar su pensión, de 2 millones 400 mil bolívares y poquito más.
En todos los bancos es un karma, pero definitivamente en la ciudad capital el funcionamiento del Banco Bicentenario se ha convertido en la peor pesadilla para los pensionados, hay gente que se queda desde la noche para hacer su cola, y eso parece que no es suficiente porque llega la mitad de la mañana y ahí están en la cola, con sus caras cansadas, ya no por todos los años de vida, sino de tanto esperar, algunos cubriéndose del sol inclemente porque ni un toldo, ni sillas, nada les ofrecen a los pensionados, a diferencia del Banco de Venezuela donde al menos brindan mejores condiciones a las personas de la tercera edad y sufren menos.
El martes fue el tremendo aguacero, a quienes les tocó cobrar se empaparon, y no les pagaron completo, sólo 1 millón 400 mil bolívares, ayer miércoles al menos brilló el sol, pero también brilló por su ausencia la línea en el banco, como a golpe de 10:00 de la mañana fue que llegó y empezó a correr la cola, la gente estaba agotada de tanto esperar, a los discapacitados no les dan prioridad, a pesar de conversar con la gerente aseguran los usuarios nadie les da importancia, no vale que tenga problemas de salud para que los atiendan.
María Irene Carrillo, nos comentó que viene desde Vitú vía Boconó y llegó con su hermano discapacitado casi a las 6:00 am, el transporte está muy mal, a él le duele el oído si aguanta sol, hablé con la gerente pero dijo que teníamos que hacer la cola, ellos tiene que tener prioridad con los discapacitados, queremos que no ayuden con esta situación.
Basta de hablar, es hora de actuar
En la ciudad capital definitivamente no hay compasión por nadie, las autoridades hablan y hablan, se reúnen y acuerdan hacer diligencias para mejorar la situación en este caso la negligencia del Banco Bicentenario y el poco espacio que afecta a los usuarios, pero todo queda allí, en el papel, en la discusión del salón de sesiones, no ejecutan las acciones, parece que todo se olvida una vez que los pensionados cobran, nadie actúa con responsabilidad para evitar que cada vez que se paga la pensión se presente el panorama de tanto desorden. Deberían seguir el ejemplo del Banco de Venezuela que al menos les coloca un toldo con sillas, muestran más organización y consideración.