Pensamientos | Por: Eduardo Fernández

Las sanciones le han permitido tener una gran excusa para justificar la catástrofe económica que han desatado sus propias políticas

 

 

La oposición sensata de los venezolanos considera que al gobierno le interesa, o debería interesarle, desarrollar políticas que le permitan tener una mejor imagen en la comunidad internacional. Me pregunto: ¿será verdad eso? Y me respondo: al gobierno lo tiene absolutamente sin cuidado lo que opinen las democracias occidentales. La única manera de mejorar su imagen ante la comunidad internacional sería organizar unas elecciones presidenciales limpias y transparentes. En caso de hacer eso, el gobierno sabe que perdería esas elecciones, sin ninguna duda.

Gente sensata en Venezuela supone que al gobierno le interesa levantar las sanciones que le ha impuesto Estados Unidos. Pienso lo contrario. Al gobierno lo tienen absolutamente sin cuidado esas sanciones. Es más, ¡le conviene que se mantengan! Las sanciones le han permitido tener una gran excusa para justificar la catástrofe económica que han desatado sus propias políticas, responsabilidad total del gobierno, y que las sanciones lo que han hecho es agravar. El gobierno cuenta con el asesoramiento de Cuba que tiene sesenta años de sanciones y ha logrado sobrevivir y consolidar su dictadura, a pesar de su crisis y las sanciones.

El gobierno ha aprendido a manejarse en medio de las sanciones. Ha encontrado otras fuentes de ingresos para Venezuela, algunas lícitas otras ilícitas, que le permiten sobrevivir económicamente. A los últimos venezolanos a quienes  les faltará la comida o la gasolina es a Maduro y a sus amigos.

Al gobierno de Maduro le basta con la amistad de Rusia, China, Irán, Turquía, Cuba y otros países con representación  mayoritaria en las Naciones Unidas, para salir adelante y poder mantener un discurso “revolucionario” inflamado de anti imperialismo.

Por otra parte, al gobierno le interesa muchísimo mantener a la mayoría de la población en una situación de pobreza extrema, de hambre y de miseria. Tener gente pobre que dependa de las limosnas del gobierno es una situación ideal para el mantenimiento de la dictadura. Además, los pobres, en su desesperación, no tienen tiempo de ocuparse de la política y mucho menos de ir a votar. Y eso, al gobierno le interesa mucho. Recordemos la importancia que para el gobierno tiene la abstención.

Al gobierno le interesa hacer creer que conversa con Fedecámaras, pero sin conceder  nada. La implantación del modelo chino sigue adelante. Dictadura política y “apertura” económica. Apertura, desde luego, limitada a los países amigos y a los inversionistas amigos del régimen, que harán dinero a costa de Venezuela y del bienestar de los venezolanos que no les interesan ni un poquito. Nada nuevo bajo el sol.

Seguiremos conversando.

Eduardo Fernández
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