Eduardo Viloria / DLA
Pedro Daboín luchador social de la parroquia Junín del municipio Sucre, le recuerda al gobernador del estado Gerardo Márquez la promesa que hizo, de asfaltar las calles del Veintitrés, la capital de la parroquia, las cuales se encuentran en deplorables condiciones.
Precisó el declarante, habitante del Veintitrés, que en el mes de mayo en una de esas intervenciones que hace el Gobernador por las emisoras del estado, hizo la oferta en mención, para responder a las solicitudes que le habían hecho los vecinos de la mencionada población, en el sentido que se mejoraran las calles de la capital de la parroquia, llenas de huecos que las han vuelto intransitables, donde ha tenido que ver en su destrucción, los aguaceros precipitados en la región y el asfalto ya inservible, dijo.
Como en esta zona han cesado las lluvias y las crecidas de la Vichú, que inunda cuando crecen sus aguas; los sectores Santa Lucia, 27 de Abril y El Horcón, le recordamos también; que es la oportunidad de canalizar la mencionada quebrada intermitente, seca en verano, pero peligrosa en invierno, pues sus aguas se salen de su curso y destruyen lo que encuentra a su paso, entre estos, los sembradíos de los productores y agricultores de la parroquia.
En relación a estas inundaciones el gobierno hace censos, anotan los damnificados y les envían bolsas de comida y útiles, lo cual no soluciona el problema, pues el problema radica en que las aguas se salen de su curso, por la falta de una canalización de la quebrada que lleve las crecidas por su curso normal, siendo esta la oportunidad de realizar la respectiva canalización.
De esta situación tienen conocimiento también la Alcaldía y Concejales de Sucre, dijo Pedro Daboín que deben de ayudarnos en las gestiones, que permitan canalizar la Vichú, para evitar las inundaciones anuales, o de época de lluvia.
Ojala y que el Gobernador con el respeto que se merece, se acuerde que hizo esta promesa de asfaltar totalmente las calles del Veintitrés, oferta no cumplida hasta los momentos por él, dijo Pedro Daboín al despedirse.
.