Pedro Carmona Estanga, 20 años después

Su mandato es duramente criticado, no duró ni 48 horas por lo que hoy el chavismo lo llama “Pedro el Breve”. Durante su presencia en el poder se disolvieron los poderes públicos a través de un decreto, que como afirmó pretendía que se realizaran elecciones parlamentarias y presidenciales a corto plazo.

Pedro Carmona Estanga, quien participó en el fallido golpe de Estado de 2002 contra el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez, recibió en ese mismo año el asilo político en Colombia, país donde hoy se mantiene participando en el área académica dirigiendo una maestría en una universidad de Bogotá.

 

Historia reciente

El 11 de abril de 2002 se inició lo que se ha denominado como “El Carmonazo”, un golpe de estado en el participaron un grupo de generales y civiles afines. El 12 de abril Pedro Francisco Carmona Estanga, desde el Palacio de Miraflores se auto juramentaba como presidente de Venezuela.

“Yo Pedro Carmona Estanga, en mi condición de presidente de la República de Venezuela, juro ante Dios todopoderoso, ante la patria y ante todos los venezolanos restablecer la efectiva vigencia de la Constitución de la República de Venezuela de 1999 como norma fundamental”, se escuchó decir al entonces empresario.

La iglesia venezolana, el sector empresarial y productivo del país reconocieron, junto a instancias internacionales como el Fondo Monetario o los gobiernos de José María Aznar (España) y George Bush (EE.UU.) a Carmona como presidente de Venezuela.

Transcurridas unas horas de la autoproclamación en la Presidencia de Venezuela, una reacción cívico militar logró restablecer el gobierno y el 13 de abril de 2002, apenas un día después de haber asumido el cargo Carmona, tras haber sido trasladado en un helicóptero, a las 4:40 am, Hugo Chávez se dirigió al pueblo venezolano desde el Palacio de Miraflores, nuevamente como presidente.

 

¿Por qué estaba en desacuerdo con la Constitución de 1999?

El sector empresarial que en 2002 lideraba Pedro Carmona Estanga, no vacilaba en mostrar su desacuerdo con la Constitución de 1999. En su libro Mi testimonio ante la historia publicado en el año 2004, Carmona afirmó:

“En noviembre de 1999, al someterse a referéndum el texto de la nueva Constitución, Fedecámaras convocó a una Asamblea Extraordinaria para fijar posición en torno a la consulta. El empresariado se sintió burlado por la precipitación y falta de diálogo, que ha sido la constante en el régimen chavista. Por tal razón, en una caldeada sesión, la Asamblea decidió invitar al país de manera razonada a votar negativamente por la nueva Constitución, con argumentos que la historia reivindicará.

No olvido a manera de ejemplo, las premonitorias observaciones a la eliminación del carácter no deliberante de la Fuerza Armada y a las facultades omnímodas concedidas al Presidente en materia de ascensos militares; la supresión del Congreso bicameral, que debilitó la representación regional en el Poder Legislativo y el contrapeso de las dos Cámaras; el fortalecimiento del presidencialismo y la extensión del período presidencial a seis años con reelección; la pérdida de equilibrio entre los poderes; la inclusión de un capítulo sobre derechos indígenas desproporcionado para un problema inexistente; la reafirmación de una orientación estatista e intervencionista; los ambiguos conceptos de participación popular a través del asambleismo; y la sustitución de la democracia representativa por una democracia participativa, carente de contenido”.

 

El polémico decreto: “El Carmonazo”

Posterior a los acontecimientos que se vivieron en el país durante el mes de abril del año 2002, el 12 de abril resulta una fecha bien particular puesto que se celebran 20 años de aquel decreto que firmaron la mayoría de los diputados y personas afectas a la oposición de entonces, que lograba respaldar el gobierno “más corto” del país, pues duró solo unas pocas horas.

En Venezuela, se vivió un clima de incertidumbre que vino rodeado de muchos comentarios sobre qué había sucedido en el momento y los rumores de que el Presidente de la República Bolivariana Hugo Chávez había puesto su cargo a la orden.

En medio de ello, Carmona anunciaba al país un decreto (Acta de constitución del Gobierno de Transición Democrática y Unidad Nacional) donde disolvía los poderes públicos y conformaba un Gobierno de Transición presidido por él mismo, basado en el legítimo derecho a desconocer cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios, garantías democráticas consagradas en el artículo 350 de la Constitución del 30 de diciembre de 1999. Entre los artículos más polémicos del mencionado decreto, estaban:

 

¿Conforme con el puesto que tiene en la historia de Venezuela?

En una entrevista concedida a El Estímulo en abril de 2019, Carmona sostuvo no estar conforme con el puesto que tiene en la historia de Venezuela, cree que hay cosas que aclarar porque tienen la idea de que todavía hay gente que fácilmente lo señalan como si la responsabilidad única de esa oportunidad perdida fuese suya.

“Hay muchos actores que coparticiparon de todo, pero es fácil decir después: ‘Yo no fui’, o ‘Este es el responsable’. Es muy de los venezolanos esto. Tenemos muchas virtudes pero también defectos. Una de ellos es hacer leña del árbol caído y desligarse de las responsabilidades.

En realidad, todos tenemos responsabilidad y los enemigos mayores de la democracia pueden ser la incredulidad de que pueden pasar cosas. En Venezuela mucha gente dijo: ‘El país está buscando un cambio, y Chávez lo está tirando al foso, bueno, hay que darle la oportunidad y si resulta malo, no podrá estar más de 5 años en el poder”.

Carmona considera estas opiniones como incredulidad o ingenuidad, o también indiferencia y pasividad, cuando decían “la política es para otros”.

“Esto allanó el camino a que llegara este socialismo del siglo XXI ya destruido abiertamente al país de una forma carísima. Todos tenemos que reflexionar porque, por acción u omisión, hemos tenido una corresponsabilidad en esta tragedia que hoy enluta y amarga tanto a nuestra sufrida patria”.

 

¿Qué hace hoy Carmona?

El acusado de golpista fue encarcelado y posteriormente le fue concedido el arresto domiciliario, del cual escapó, refugiándose en la Embajada de Colombia, en donde permaneció un poco más de un mes. El viernes 24 de mayo de 2002 el entonces mandatario colombiano Andrés Pastrana le otorgó el asilo político al empresario venezolano.

Pedro Carmona, con 81 años, y dos década después de haber llegado en calidad de asilado político a Colombia, hoy es el director del Instituto de Hidrocarburos Minas y Energía del Prime Bussiness School de la Universidad Sergio Arboleda, gracias a sus conocimientos en Economía y en los sectores Energéticos.

En una entrevista concedida en agosto de 2017 al medio colombiano RCN Radio, dijo que por prudencia, más que por impedimento, ha decidido no conceder entrevistas a medios nacionales.

“Estoy dedicado a la academia y desde luego a dirigir una nueva maestría que hemos fundado en gestión energética que ya lleva dos cohortes, entonces muy satisfecho, es enriquecedor y positivo aportar al tema de la educación superior”, indicó.

 

Su opinión sobre la Venezuela del 2022

A finales de enero de 2022 y aún desde Colombia, Carmona Estanga indicó a El Nacional, que “la labor de Guaidó ha sido compleja, pese al reconocimiento internacional logrado de parte de numerosos países democráticos del mundo”.

“La labor de Guaidó ha sido compleja, pese al reconocimiento internacional logrado de parte de numerosos países democráticos del mundo, pero no ha podido llevar a término su lema de cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones limpias. Por ello, su capital político se ha erosionado, aunque sigue siendo reconocido por la Asamblea Nacional legítima, y por países como Estados Unidos y la Unión Europea. El tiempo juega en su contra. No tiene ahora otra opción que lograr los tres objetivos de su oferta, pues no hay que confiar en que las negociaciones de México conduzcan a algo creíble, ya que todos los intentos previos solo han significado oxígeno y tiempo en favor del gobierno”, dice parte de la entrevista reseñada por El Nacional este martes 25 de enero.

La CPI y Nicolás Maduro

Carmona Estanga, durante la entrevista ofrecida para El Nacional, consideró que las investigaciones que realiza la Corte Penal Internacional (CPI) sobre presuntos crímenes de lesa humanidad en Venezuela sería un punto de inflexión futuro para deponer a Nicolás Maduro.

Recordó que estos delitos no prescriben, pero precisó que “pensar en que habrá un resultado de la investigación de la CPI en corto plazo, sería pecar de optimismo”.

“La espada de Damocles pende pues sobre Maduro; los delitos de lesa humanidad no prescriben, pero pensar en que habrá un resultado de la investigación de la CPI en corto plazo, sería pecar de optimismo. Pero algún día, como ocurrió con algunos de los victimarios en la guerra de los Balcanes, llegará la larga mano de la justicia internacional”, refiere Carmona Estanga.

 

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Por: Alexander González

IG: @AlexGonzalezDigital

Fotos: Archivo Digital DLA

Con información de:

RCN Radio, El Nacional, El Impulso, El Estímulo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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