“Observamos con preocupación y consternación como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se quitan la careta, después de 18 años en el país, y junto a la camarilla roja en Aragua y el propio gobernador Marcos Torres y hombres de confianza de Tarek El Aissami, anuncian el partido político de la guerrilla”.
Así lo expresa el director general de la Fundación Redes y presidente del Colegio de Profesores de Venezuela en Táchira, Javier Tarazona, asegura que mientras el Consejo Nacional Electoral promueven la eliminación de partidos políticos en el país, cercanos al gobierno y miembros del alto mando militar venezolano apoyan a la FARC para que se conforme como partido político.
“Por eso hacemos responsables al ministro Padrino López… al permitir que espacios venezolanos estén dedicados a la siembra, cultivo, tráfico y mercado endógeno de la droga en Venezuela, en vez de resguardar la soberanía del país”.
La acción de acuerdo al presidente del Colegio de Profesores, deja clara la vinculación que tiene el cartel de los soles con los distintos carteles que han surgido en el trascurso de los 19 años de gobierno, con los grupos irregulares colombianos.
Para el profesor la acción del fin de semana pasada en Aragua, guarda relación con el pre acuerdo de paz entre los subversivos y la guerrilla colombiana: “La FARC firmó un acuerdo de paz con el gobierno colombiano, pero sus grupos disidentes se han desplazado a Venezuela y hoy pretenden conformarse como partido político para que el gobierno de Nicolás Maduro los vea como sujetos que van a proteger la revolución”.
El otro interés que persigue la organización subversiva –de acuerdo a Tarazona- tiene que ver con el desplazamiento agresivo de lo que ellos llaman los grupos disidentes, lo que cataloga como un discurso hipócrita de la FARC, para desvincularse de las acciones de estos grupos, lo cuales han desplazado a los grupos irregulares en frontera para controlar el tráfico y micro-tráfico de droga, así como el contrabando.
“Estamos siendo víctimas de la Farc en sus dos vías, en los grupos que ellos llaman disidentes, así como en los oficiales que hoy se conforman como partidos políticos y están siendo respaldados por el gobierno de Nicolás Maduro, aun cuando hay venezolanos todavía secuestrados y adoctrinados por la guerrilla, como el caso de María José Molina, que fue secuestrada por la FARC, y por el acuerdo de paz, esta joven debería estar en casa con su familia, pero no aparece. Esa es la realidad”.
No aparecen secuestrados de la FARC
De los enfrentamientos permanentes en la frontera no habla el gobierno venezolano sostiene Tarazona, a pesar de que el reporte de la Fiscalía colombiana señala más de 2 mil 600 desaparecidos en los últimos 10 años, “¿y dónde están los desaparecidos?, podemos decir que forman parte de las fosas comunes. El problema es que el gobierno venezolano se niega a investigar la identidad de los cuerpos que están en las fosas comunes y la Guardia Nacional y la Fuerzas Armadas se niegan a controlar los enfrentamientos que están ocurriendo en la frontera”.
-¿Si la FARC venía operando de manera holgada en la frontera cuál será la diferencia en su accionar ahora como partido político venezolano?
-“Su comportamiento ahora es mucho más perverso, menos hipócrita que antes, pero dará luz verde a que sus operaciones ya sean legalmente aceptadas, a pesar de que el marco jurídico dice que no, porque existe una Ley Antiextorsión y Secuestro. Pudiéramos referirnos a los famosos colectivos o tupamaros…, donde la real actividad es que estos grupos políticos terminan desarrollando la conformación de grupos armados, que terminan siendo extremistas”.