El pasado 20 de enero fue publicado en la revista Paris Match un reportaje titulado «Venezuela, el país que deja morir de hambre a sus hijos», en el que se refleja cómo la crisis ha arropado cada esquina del país hasta arruinar a la clase media.
En el texto, firmado por la periodista Laurence Debray, se cita el caso de un estudiante universitario que, al iniciar su carrera (cuando Chávez asumió el poder), ganaba el equivalente a 1.200 euros al mes. 18 años más tarde, con un doctorado alcanzado, su salarió cayó a 4 euros.
En apenas un año, los venezolanos perdieron un promedio de ocho kilos. Aquellos que se han adherido a los valores del chavismo reciben la caja del CLAP mensualmente.
A pesar de esta situación, el oficialismo no ofrece estadísticas. Cuando Antonieta Caporale, ex ministra para la Salud, admitió un aumento de 30% y 65% en la mortalidad infantil y materna, fue despedida de su cargo.
«La mitad de los niños con cáncer murió antes de Navidad debido a la falta de medicamentos. Nuestros hospitales se han convertido en hogares «, dijo un pediatra que prefirió resguardar su nombre por temor a represalias.
Asimismo menciona cómo la revolución bolivariana destruyó el aparato productivo del país a través de las expropiaciones. La corrupción -señala- habría desaparecido 700.000 millones de eurores de las arcas del Estado.
A todo esto se suma la grave inseguridad de Venezuela. Caracas es la ciudad más peligrosa del mundo: un venezolano muere asesinado cada 19 minutos. Los residentes de la capital se han acostumbrado a los secuestros y los asaltos.
Lea más en Paris Match