En las últimas semanas las paradas del transporte público parecen haberse convertido en los mejores sitios para los delincuentes que se dedican a arrebatar celulares, carteras y otras pertenencias de los usuarios que acuden en espera de poder trasladarse de un lugar a otro. Los usuarios han asegurado que debido a la ausencia policial, los delincuentes cuyas edades se calcula entre 15 y 25 años, actúan a sus anchas por falta de vigilancia.
Los hechos delictivos son más frecuentes de lo que nos estamos imaginando, pero la gente no denuncia -nos confió un funcionario-.
Nos dijeron varias personas que no se atreven a darnos la cara públicamente, por seguridad propia, que en las últimas semanas los arrebatos se han incrementado y por ningún lado se observa a los organismos de seguridad, al menos que estén realizando un trabajo de inteligencia, pero si así fuera, -comentaron- tampoco se conoce que se hayan obtenido resultados. Mientras tanto a las personas les siguen arrebatando sus pertenencias entre lo que también se incluye bolsas contentivas de comida. El modus operandi para los arrebatos, es esperar casi hasta que la unidad arranque para poder hacer de las suyas con los pasajeros que llevan ambas manos ocupadas y quedan más cerca de las puertas de la unidad. Una señora nos aseguró que uno de estos delincuentes pareciera tener alguna complicidad, porque hace varias semanas ellos observaron cómo era llevado por dos funcionarios policiales y al siguiente día lo vieron nuevamente en otra parada.