- Jesús Manuel de La Cruz, de 76 años, trabajó 25 años como transportista y construyó su casa poco a poco, para darle un techo a sus hijos y su señora. Este viernes, la lluvia se la llevó
De una montaña de tierra y bloques se escucha su voz. Apenas se le escucha y se acerca para responder su nombre. Jesús de la Cruz, de 75 años, cuenta que llegó a esa zona, ubicada entre montañas, en el municipio San Rafael de Carvajal, en el año 1983.
Cuando comenzó a trabajar de transportista, en la ruta Valera- Carvajal, poco a poco compró los insumos para levantar la casa, que este viernes, 19 de octubre, yacía sobre sus pies, a causa de las lluvias.
«A donde voy a ir yo, a dónde voy a coger» respondió a las autoridades de la Alcaldía, quienes fueron a pedirle abandonar su hogar. A las dos de la madrugada, el muro que estaba pegado a la casa superior, cedió a una filtración por las lluvias y cayó encima de la estructura de abajo.
Era la vivienda que había construído para darle a uno de sus hijos, quien vive con él y tiene una niña, de 9 años de edad. «Gracias a Dios todos estábamos arriba durmiendo, aunque yo soy el que duerme ahí, a veces»
La estructura tenía una cocina, un baño, una sala-comedor y una habitación,que fue la única en salvarse de ser aplastada. «De todos modos me hubiera salvado» relata mientras se golpea el pecho con la palma de su mano derecha, como para darse consuelo.
Los despertó el estruendo del muro. Parte de los escombros rompieron el parabrisas de su viejo automóvil. Lo tenía parado por batería y cauchos. Hace unas semanas se los logró comprar. Ahora le faltaba el motor, el último detalle para «poner a trabajar a mi hijo, que por ahora no tiene trabajo»
No quiere irse de ahí y solicita ayuda para reconstruir el muro que desprendió parte de la casa principal. La misma que Protección Civil consideró debe ser evacuada, porque está afectada por la misma filtración.
Pide ayuda al presidente, porque apenas, él y su esposa, cobran la pensión, que les alcanza para comer. Tienen dos hijos en el extranjero, pero ellos le envían solamente para alimentos.
«Esta mañana hablé con uno de ellos y me dijo ‘tranquilo papá, yo lo voy a ayudar» dijo antes de que se le quebrara la voz y su nieta, sentada cerca, escondiera su mirada con sus manos.
No hay un refugio
El alcalde del municipio declara que no existe un refugio para personas afectadas por las lluvias. Primero esperan que puedan ubicarse con familiares. En segunda opción, está la disponibilidad del gobierno en brindarles abrigo, al menos hasta que pase la temporada.
Pueden coordinar con una empresa regional, la adecuación de la vivienda, ubicada en la vía Negra Matea, porque no tiene drenajes. Está, comenta, es la causa principal del derrumbe.