“Que este tiempo de bendición le permita a Venezuela encontrar de nuevo la concordia y que todos los miembros de la sociedad trabajen fraternalmente por el desarrollo del país, ayudando a los sectores más débiles de la población”, proclamó Francisco.
Además, rogó para que “delante del Niño Jesús, los habitantes de la querida Nicaragua se redescubran hermanos, para que no prevalezcan las divisiones y las discordias, sino que todos se esfuercen por favorecer la reconciliación y por construir juntos el futuro del país”.
Nicaragua y Venezuela fueron los países nombrados por Francisco junto a Yemen, Tierra Santa, Siria, el continente africano y Ucrania en su recorrido por los conflictos en el mundo y sus deseos de paz para esta Navidad.
Francisco subrayó en el mensaje de este año que todos somos hermanos y que las diferencias son una riqueza y no un peligro.
También pidió por “los pueblos que sufren las colonizaciones ideológicas, culturales y económicas viendo lacerada su libertad y su identidad, y que sufren por el hambre y la falta de servicios educativos y sanitarios”.