El papa Francisco, censuró el uso arbitrario de la prisión preventiva, las guerras judiciales y los excesos de violencia cometidos por los agentes del orden con aprobación de los gobiernos; métodos represivos frecuentes en Latinoamérica.
“En diversos países se han llevado a cabo reformas del instituto de legítima defensa y se ha pretendido justificar los crímenes cometidos por los agentes de las fuerzas de seguridad como formas legítimas del cumplimiento del deber”, criticó el Papa.
Las declaraciones del Pontífice coincidieron en fecha con la emisión de un decreto con el cual en Bolivia se exime a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional, de responsabilidad penal en la represión a los manifestantes.
Durante la alocución, el Santo Padre también criticó el llamado lawfare, afirmando que “se verifica periódicamente que se ha recurrido a imputaciones falsas contra dirigentes políticos, promovidas concertadamente por medios de comunicación, adversarios y órganos judiciales colonizados”.
“Con las herramientas propias del lawfare, se instrumentaliza la siempre necesaria lucha contra la corrupción con el único fin de combatir gobiernos que no son del agrado, retacear derechos sociales y promover un sentimiento de antipolítica del que solo se benefician quienes aspiran a ejercer liderazgos autoritarios”, denunció el sumo pontífice.
Por otra parte, respecto al el encarcelamiento preventivo, consideró que, “cuando es impuesto sin que se verifiquen las circunstancias excepcionales que lo habilitan, o por un período excesivo, vulnera la presunción de inocencia”.
Según establece el documento, las fuerzas militares y policiales podrán “hacer uso de todos los medios disponibles que sean proporcionales al riesgo de los operativos”, con lo que se autorizó el empleo de armas de fuego.