El papa Francisco se reunió este viernes durante una media hora con el presidente de Bolivia, Evo Morales, en una audiencia en la que no hubo tradicional intercambio de regalos y se evitó hacer referencia directa a la demanda boliviana a Chile para una salida al mar.
A un mes de la visita del papa a Chile, en el quinto encuentro entre Francisco y el presidente boliviano reino la precaución respecto a la contienda que mantienen ambos países.
La reunión, que duró 28 minutos, fue «muy cordial» y los presentes pudieron ver a ambos mandatarios sonrientes y relajados, pero se eliminó la tradicional entrega de regalos.
El Vaticano explicó que este momento previamente se había «regulado por canales protocolarios», «que no hay reglas fijas» y ya ocurrió con otros jefes de Estado.
El presidente en funciones del país andino, Álvaro García Linera, había afirmado que Morales hablaría específicamente con el pontífice argentino de la petición a Chile para contar con una salida al mar y la respectiva demanda ante la Corte Internacional de Justicia.
En el comunicado del Vaticano se aludió «a la actualización del marco de los acuerdos entre la Santa Sede y Bolivia» y «además, se han mencionado algunos temas actuales de interés común».
El mismo presidente boliviano en declaraciones a la prensa presente evitó pronunciarse sobre lo qué hablaría con el pontífice argentino al asegurar que la agenda estaba «abierta» y que él sabía «cuáles eran los temas importantes».
La reunión entre ambos comenzó de manera muy cordial cuando el presidente boliviano saludó a Francisco con un: «Hermano papa. Buen día», al encontrase con Francisco en la sala del Tronetto del palacio pontificio.
Muy agradecido y con mucha humildad asistimos, en Vaticano, a nuestro quinto encuentro desde 2013 con el hermano Francisco, Papa de los pobres. Bolivia aún guarda recuerdos muy emotivos de su visita en julio de 2015 y su apoyo al proceso de cambio y de #MarParaBolivia pic.twitter.com/7EGauiuKgP
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) December 15, 2017