(Juan Carlos Villamizar – Prensa FVB).- Finalmente la Selección Sub10 de Venezuela asistirá, contra todo pronóstico, al Campeonato Panamericano Infantil A que se realiza desde el pasado viernes 29 de septiembre en la ciudad de Reynosa, México.
Luego de varios intentos frustrados para acudir a la cita peloteril en tierras aztecas, un gran gesto de humildad por parte del grandeliga Miguel Cabrera, hizo que la delegación criolla cumpliese el sueño de acudir al evento. Tarde, pero aún con posibilidades de trascender.
La figura de los Tigres de Detroit, asumió la tarea que Carlos Guillén, Gerente General de esta categoría, no pudo finiquitar. “Miggy” realizó la adquisición de boletos que enrumba a la novena venezolana directo a México.
Tras perder su primer compromiso por Forfeit ante Panamá y estar en duda el segundo choque ante Brasil, Venezuela tiene pautado enfrentar hoy a las tres de la tarde a República Dominicana, pero todo indica que los chamos tampoco serán favorecidos para este encuentro por las agujas del reloj. Sin embargo existe alguna disposición en reprogramar el encuentro de ayer y de hoy por parte del comité organizativo, aunque hay otras voces que mantienen ratificar los forfeits.
No obstante, obviando el choque de ayer y el de hoy contra los dominicanos, a Venezuela en el calendario le restan tres juegos; uno contra Perú, otro contra Nicaragua y el último ante los locales, México. Si Venezuela gana esos tres compromisos, y se combinan otros resultados, los dirigidos por Natividad Barrios pudiesen clasificar de terceros o cuartos, enviándolos directamente a la semifinal.
Aunque no es un compromiso fácil, aunado al constante desgaste que han tenido peloteros, cuerpo técnico y directivos; el conjunto nacional salió muy eufórico y con sed de triunfo, pues todos reconocen que para llegar al éxito hay que pasar por un camino lleno de adversidades.
Por último, toda la delegación agradeció al jugador de los Tigres de Detroit por su noble gesto, que a pesar de que no era una obligación del maracayero, no le tembló el pulso para apoyar a sus compatriotas y sobre todo, cumplirles el sueño que por un momento se vio roto.