Eduardo Viloria/DLA.- Desde temprano, cuando apenas comenzaba a despuntar el día sábado, se comenzó a formar la cola para adquirir gasolina en la Estación de Servicio San Benito, única habilitada para la distribución que estaría dirigida a vender el combustible a los vehículos con terminales de placa uno y dos, distribución que estaría organizada de acuerdo al nuevo cronograma de venta, donde ha aumentado el número de litros que adquirirán los clientes y conductores que soliciten para sus vehículos.
Sin embargo, no todos estaban contentos con la distribución, pues había descontento entre los conductores de
los vehículos de servicio público, entre ellos los de la Línea Urbana San Benito, que a decir de sus directivos no han sido tomados en cuenta para la distribución del imprescindible combustible, necesario para echar a andar sus unidades y prestar el servicio que piden las comunidades, pues los vecinos de éstas, andan en las calles del poblado a pie, esperando un amigo que les de la cola a su destino, lo cual no sucede siempre, según lo dijo el dirigente comunitario Ramón Abreu, que recorre buen trecho de las largas y anchas calles de Betijoque, en diligencia de carácter personal a pie, por no existir carros de servicio público, ciudadano que aboga también por una solución a la problemática que atraviesan todos los habitantes en general, no solo de Betijoque sino también de la parroquia José Gregorio Hernández.
Los miembros de la línea urbana San Benito, organización que preside Carmen Rondón, se atrevieron salir de nuevo a la calle a cumplir sus labores, sin embargo es inútil trabajar si no son tomados en cuenta para que ellos puedan surtir de combustible, pues comprar el mismo a precio de especulación -donde sí se consigue el preciado carburante- les causa pérdidas, que no tienen capacidad de asumir.
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