Ciudad de Panamá, 29 ago (EFE).- El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, anunció este jueves una «depuración» en los aeropuertos, incluido Tocumen, el principal del país y un centro regional de conexiones, al que tildó de «terminal caliente», como parte de la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico.
Durante su conferencia de prensa semanal y al señalar que «sin duda alguna el narcotráfico modificó toda la estructura delictiva» en el país, Mulino anunció que instruyó al Servicio Nacional Aeronaval (Senan) para que «intensifique el patrullaje en costas» y para que «tome la seguridad de todos los puertos del país, Tocumen incluido».
«El Senan tendrá a su cargo la seguridad de los aeropuertos mientras depuramos esas terminales de transporte, sobre todo en las áreas de carga en lo que a Tocumen respecta, que es la terminal caliente, y los que me escuchan saben por qué lo digo», afirmó el presidente panameño sin más precisiones.
La seguridad en el Aeropuerto Internacional de Tocumen está actualmente a cargo de la Policía Nacional, del Senan y de agentes de la propia terminal, dijo a EFE una fuente oficial.
Mulino, quien asumió el cargo el 1 de julio pasado para el quinquenio 2024-2029, afirmó que el Senan «tomará el control en los próximos días de la seguridad aeroportuaria del país».
«Trabajaremos duro con ellos (el Senan) para limpiar esas estructuras y le he pedido a la directora de Aduanas que haga lo propio en las entradas del país (…) y que refuerce los puntos de entrada incluyendo los puertos privados», añadió.
Los puertos privados «son concesionarios del Estado y también son territorio en el cual nuestras autoridades, tanto de seguridad como de investigación de Ministerio Público tienen plena competencia. No puede haber ningún puerto que no permita la entrada a las autoridades. He pedido que si eso pasa, que espero no esté pasando, se me informe de inmediato para poner orden», subrayó Mulino.
Panamá es utilizado como puente de la droga que se produce en Suramérica y que tiene como destino principal EE.UU., el mayor consumidor de cocaína del mundo, y también Europa.
La mayoría de las incautaciones se hacen en las costas y también en los puertos, donde comúnmente se halla droga dentro de contenedores.
El país centroamericano decomisó en 2023 un total de 119,2 toneladas, la gran mayoría cocaína, de acuerdo con datos difundidos por el Ministerio de Seguridad Pública.
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