Hemos escuchado historias llenas de acontecimientos verosímiles, bien sea contada verbalmente por el pueblo o conocidas a través de la lectura. En este caso veo la necesidad de indagar bajo una investigación en un libro casi incunable (no queriendo decir que sea impreso en el siglo XVI, sino por los años de impresión que tiene este ejemplar; las editoriales modernas no lo imprimen) de mi pequeña biblioteca. Cabe destacar que este es un personaje olvidado en los libros de lectura escolares como también en boca de aquellos que son considerado cultos.
Maestro de matemáticas de Simón Bolívar, todos escuchamos a Simón Rodríguez o Robinson como adoptó el nombre más tarde. Otro gran maestro y latinista Don Andrés Bello. El Padre Andújar es ignorado por la literatura venezolana, quizás algunas lagunas podrán venir a la memoria, de las enseñanzas de los maestros antiguos. Pero los modernos, el nuevo currículum y los libros que ahora llamamos “Colección Bicentenario” sólo traen cosas puntuales; manuales con poca reseña que permite al maestro reducir gran parte del contenido, incluso plasmar en la mente del alumno ideales pragmáticos pero condicionados.
Francisco Andújar. Su nombre de pila Francisco de Paula Ravé y Berdura. Sus padres Miguel Alonso Ravé natural de Córdoba y María José de la Concepción Berdura, natural de Andújar. Por amor a su tierra natal adopta el epónimo y es llamado el padre Andújar,
Misionero Capuchino, fundador de una cátedra o Academia de matemáticas en Caracas e investigador de las ciencias naturales. Cabe destacar que los maestros del Libertador o tutores como llamaban sus padres, fueron elegidos por sus padres. Cosa que no sucedió con el Padre Andújar, porque fue el mismo Simón quien lo eligió. Cuenta un alumno suyo llamado José de la Cruz Limardo (1757-1851 pintor venezolano) quien lo menciona con respeto.
Lo que no puede cuestionarse es que Simón Bolívar tuvo como profesor de matemáticas a Fray Francisco de Andújar. El mismo libertador lo declara en carta fechada en Arequipa el 20 de mayo de 1825, dirigida a S.E. el General Francisco de Paula Santander, contradiciendo unos impertinentes comentarios de un tal Mr. Mollien (diplomático francés) en el mismo texto declara con tono exaltado que no aprendió la filosofía de Aristóteles pero tuvo maestros excelente.
La Academia de Matemáticas del Padre Andújar tuvo algunos antecedentes: entre 1760 y 1768 ofreció el Coronel de ingenieros Señor Don Nicolás de Castro en su casa una academia de geometría y fortificación para los oficiales y cadetes del batallón. En 1788 el Pbro. Baltasar de los Reyes Marrero, catedrático de Filosofía en la Universidad, decidió explicar a sus discípulos nociones de Algebra, Aritmética y Geometría, para que entendieran mejor la Física y aun la misma Sagrada Teología. Algunos profesores protestaron; y al renunciar el Padre Marrero, alegando su traslado a la parroquia de la Guaira cesaron las clases de Matemáticas. Los esfuerzos se unen y se abre una Cátedra de Matemáticas en la Universidad. En 1875 el Padre Andújar propuso al Gobernador regentar gratis con el único objeto de aclimatar en el país este ramo de los conocimientos humanos. El Gobernador accedió años después llegó a Caracas la Real Cédula de Carlos IV negando la licencia porque no convenía ilustrar a los Americanos; y la cátedra fue suspendida y clausurada en 11799.
El Padre Andújar llegó a Puerto de la Guaira, proveniente de España, el 15 de abril de 1795 cuando contaba apenas treinta años de edad.
Las misiones se ramificaron quedando en las provincias de Barinas, Cumaná, Barcelona y Guayana quedando el Padre en la Catedral de Angostura del Orinoco, hoy Ciudad Bolívar desde abril 1814 hasta septiembre 1815.
De su muerte hay diferentes versiones una de ella es sostenida por el Barón Alejandro de Humboldt que el Padre Andújar fue asesinado por los indios salvajes de Apure. Pero los documentos no reza que el Padre nunca regresó a los pueblos de misión de Barinas. En una carta del Rvdo. José Francisco de Caracas al padre provincial de los Capuchinos de Andalucía en España se sabe que el padre Andújar murió de muerte natural. Lo cual le da consistencia a Arístides Rojas que según el Padre murió en 1817 en Parapara. Esta es la más certera que se tiene hasta los momentos.
Para finalizar este texto de investigación en libros incunables es de modo tener un conocimiento previo a este gran hombre que vino desde lejos a sembrar conocimientos y a la vez, está olvidado en la historia venezolana.
Maestros de renombre ha tenido Venezuela, siempre se han esmerado para llevar a sus pupilos el conocimiento debido. Cabe destacar que en la Venezuela de hoy muchas aulas quedan frías y los alumnos con lagunas intelectuales, y esto se debe a un éxodo masivo de Maestros a otros países.
Un maestro tiene alumnos y un profesor estudiantes. Fuimos marcados con la enseñanza de un maestro y quizás recuerda la lectura o la forma pedagógica de enseñar el maestro. Ojalá el maestro fuera remunerado bien, así no hay necesidad de abandonar las aulas, “cuando los maestros ayunan, alumnos pasan trabajo” es decir que mientras los maestros tengan un sueldo tan bajo, la educación está en detrimento a menguar.
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