Pacientes renales en Táchira luchan para abastecer combustible y dializarse

Funcionarios de la Guardia Nacional, como de la Policía  del Táchira lo que hacen es pelotearlos

Al salir de diálisis pacientes renales deben buscar dónde abastecer combustible. Mariana Duque

Aunque solicitan colaboración en las estaciones de servicio no los abastecen si no les corresponde el número de placa, o si el paciente no está en el vehículo. La mayoría de ellos vive a dos o tres horas de San Cristóbal y se deben dializar tres veces a la semana 


Entre abastecer combustible o perder el día de diálisis, están los pacientes renales en el estado Táchira, quienes al igual que los demás ciudadanos sufren para movilizarse por la escasez de gasolina y gasoil que hay en la entidad, y las largas filas de carros que se tienen  que hacer para lograr abastecer.

Pacientes de las localidades de Rubio, El Piñal,  El Cantón, San Antonio, La Grita y Guasdualito, a dos o tres horas de la ciudad de San Cristóbal, tienen que viajar hasta las unidades de diálisis de la capital tachirense tres veces por semana para poder cumplir con sus tratamientos;  sin embargo, al solicitar colaboración de las autoridades policiales y militares destacadas en las estaciones de servicio para abastecer, la respuesta es negativa si no va el paciente a hacer la cola, o los envían de un lado a otro, colocando en riesgo la vida de quien padece esta enfermedad.

Quienes viven en un mismo sector se movilizan en un solo vehículo y se ven obligados a cancelar 30 mil o 35 mil pesos por una pimpina de 20 litros de gasolina para llegar a San Cristóbal, luego padecen para  poder abastecer y devolverse a sus hogares.

Sin placa y sin paciente

Wolfang Bautista es familiar de paciente renal. Explicó que a veces la placa no coincide con el día de diálisis del paciente,  y ahí está la primera negativa para abastecerlos. “Para nosotros se nos hace difícil porque muchas veces no coincide la placa con el día que le corresponde al paciente hacerle la diálisis, usted llega a la estación de servicio y como no es el día de placa no le surten combustible, así usted pida la colaboración, la envían de bomba en bomba porque están cumpliendo lineamientos del personal de la REDI, que es instrucción del general de la REDI, que si el paciente no  está y al vehículo no le corresponde, no le surten de combustible”, dijo.

Denunció que la otra negativa es si el paciente no llega con el carro a la bomba, siendo que tienen que estar a las 5 de la mañana en la unidad de diálisis porque hay pocas camas y tienen que esperar turnos. Algunas  veces salen pasadas las 11 de la mañana, tiempo durante el cual el conductor  podría abastecerse del hidrocarburo.

“Hay pacientes  que tienen que entrar a las 5 de la mañana, la bomba la abren a las 6, si el paciente entra a las 5, sale a las 9 o 10, de acuerdo a como está el cupo en las clínicas. Si el paciente no  está no le surten de combustible, si el paciente sale a las 10 o 11 de la mañana, hay combustible para 100 o 200 vehículos, mandan 10 personas en cola, dos discapacitados y uno crónico, bien sea de diálisis o con cáncer.  No podemos poner a un paciente a esperar de 6 de la mañana hasta las 2 de la tarde, mientras van pasando carros  y pacientes. Solicitamos que la gente de la Redi fije una estación de servicio para pacientes crónicos y las prerrogativas sean cambiadas, que aunque se solicite lo que certifique que es paciente crónico, autoricen al conductor, porque no  podemos tener así al  paciente. Echa combustible o pierde el día de diálisis”, expresó.

Wolfang Bautista es familiar de paciente renal. Explicó que a veces la placa no coincide con el día de diálisis del paciente

Vladimir Moreno es paciente renal, vive en San Antonio, municipio Bolívar de la frontera tachirense. Se moviliza en cola con otros pacientes porque su vehículo se dañó. Solicita de las autoridades prioridad para al menos no sufrir por este servicio, ya que afirmó que no es sólo la dificultad de estar enfermos, sino también que no encuentran los tratamientos que requieren.

“Vine con el señor que me  trajo de una cola en San Antonio, porque estamos lejos, estamos sin carro, no  tenemos a veces ni diálisis, necesitamos para medicinas, para pasajes, para vitaminas que no están llegando a la unidad de diálisis, estamos en caos. No nos quieren echar gasolina como  pacientes renales, llegamos a donde están los guardias y nos mandan para otra, la otra está cerrada, y ellos allá metiendo carros. Pedimos prioridad para nosotros porque necesitamos, vamos lejos, nos dializamos tres veces a la semana, y cómo nos movemos si no hay gasolina, plata menos”, añadió.

Por su parte, Marlon Buenaño, paciente renal,   indicó que tanto funcionarios de la Guardia Nacional, como de la Policía  del Táchira lo que hacen es pelotearlos, a pesar de que se trata de pacientes en estado terminal. “Nosotros somos  pacientes terminales y uno va a equipar y le dicen: no, váyase a tal bomba, y nada cerrada, y ellos meten carros por delante, por detrás, la  policía tiene un jueguito tienen amigos y familiares echando, les hacemos fotos y no les importa, no le quieren colaborar a uno”, manifestó.

Elsy Contreras vive en San Antonio del Táchira. Relató que se moviliza con otros tres pacientes para poder ahorrar costos, pero acotó que los funcionarios los envían de bomba y bomba, sin importarles que acaben de salir de diálisis.

“Llegamos, nos dializan y enseguida salimos a la bomba, de bomba en  bomba siempre nos  dicen lo mismo, nosotros ya le colaboramos, ya le colaboramos, nos mandan a otra bomba y porque no tenemos el número de placa no nos quieren dar gasolina y es difícil para nosotros, hay pacientes que tienen 7 años en este proceso y tal cual es la bomba que nos colabora… Somos tres pacientes en un solo carro, y por más que uno les  diga que salimos a las 3 de la madrugada desde San Antonio, nos mandan a hacer cola. Aquí tenemos que esperar porque hay camas  que se nos dañan, y toca buscar enfermeros, colaborarles para que nos dialicen temprano”, comentó.

Contreras precisó que enfrentan una situación difícil, porque no encuentran medicamentos, el dinero no les alcanza, y aparte de eso tienen que enfrentar las  complicaciones que implican movilizarse en  un  estado como el Táchira, donde no hay gasolina.

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