Familiares de pacientes del área de traumatología del hospital central de San Cristóbal denuncian que fueron suspendidas las cirugías que tenían programada. 24 personas esperan y muchos han hecho costosas inversiones en dólares o pesos colombianos para comprar insumos, ahora esta medida los deja muy preocupados y varados en una cama del hospital sin tener a dónde ir.
Sostienen que la situación para ellos se pinta grave, porque son pacientes que tienen semanas y hasta meses esperando debido a que deben juntar importantes montos de dinero que les permita adquirir los insumos y aparatos para sus operaciones; además, requieren el procedimiento porque dependen de este para volver a caminar y adecuar su vida a la normalidad.
Hoy 5 agosto habían 4 cirugías previstas y fueron suspendidas, no saben para cuándo se reprogramarán. La causa, según Moraima Betancourt, madre de un paciente, es el uso del pabellón quirúrgico por parte de una señora embarazada positiva al Covid19.
«Ya compré todo el material quirúrgico, porque piden desde tapabocas, soluciones, todas las batas de los doctores de mi hijo y el alquiler del perforador que junto a la lámina fue pagada en dólares».
Temen permanecer mucho tiempo en el centro asistencial y llegar a contagiarse del virus, dice Betancourt.
Hay entre el grupo de pacientes que esperan personas de la tercera edad y niños, que claman atención oportuna. Solicitan a las autoridades de salud del hospital central reanuden las cirugías porque es grave para ellos, no tienen a dónde ir y de seguir avanzando el tiempo se presentan mayores complicaciones en sus cuadros clínicos, incluso sostienen, que se pueden atrofiar más las partes de sus extremidades afectadas.
Todo en dólares y pesos
Uno de los pacientes que pidió reserva de su nombre mostró una factura de la compra de un set de prótesis para una cirugía por fractura de cadera, el monto solo de este equipo, es de 290 dólares americanos, llevó tiempo juntar ese monto en un país donde el salario mínimo no alcanza los 4 dólares, pero era necesario para poder aspirar a ser intervenido, ahora con esta suspensión su vida se complica en gran medida, dijo.
Mientras que Betancourt pagó por el alquiler de un perforador, 65 mil pesos colombianos, unos 20 dólares.