Pacientes del Seguro Social de La Beatriz en Valera aferrados a un milagro

A oscuras está la sala de espera del área de consulta externa.

Como una “calamidad” califican familiares de pacientes recluidos en el Hospital “Juan Motezuma Ginnari”, mejor conocido como Seguro Social de La Beatriz (Valera), la estadía de dichos enfermos en este centro asistencial. La falta de insumos y medicinas “ponen a dar carreras” a los dolientes, y quienes no tienen dinero para comprar lo que el Hospital carece, se aferran a un milagro, esperanzados por mejorar la salud de sus familiares convalecientes.

Diario de Los Andes tuvo acceso a las inmediaciones del Seguro Social. En conversación con pacientes, familiares y personal obrero, de enfermería y médico que labora en esta institución, éstos mostraron alarma ante la inoperatividad del servicio de Rayos “X” desde hace al menos 6 semanas. Tildaron de deficiente el servicio de laboratorio, el cual desde agosto de 2016 no recibe reactivos para hacer exámenes de hematología ni química sanguínea.

Obreros comentaron que aunque hay una empresa encargada de la limpieza de la institución, esta no cubre todas las áreas, hay espacios que son limpiados sólo con agua “y a veces” vinagre. “Hace 22 días se reventó una cloaca, y dieron de alta a varios pacientes para que no se contaminaran, pero si no hay cloro, desinfectante para la limpieza, se corre el riesgo de contaminar a los pacientes”, dijo uno de los empleados.

Por las nubes

Las medicinas y hasta los insumos más ordinarios brillan por su ausencia en el Seguro Social de La Beatriz. Pacientes afirman que – de manera revendida o en las farmacias – por un yelco pagan hasta 20 bolívares, por un antibiótico 150 mil y por un microgotero (que costaba 500 “bolos”) ahora gastan 35 mil bolívares.

Hablan los afectados

Yusbrely Torres: “mi hija me convulsionó porque no conseguí los medicamentos que me pidieron. Aquí no hay algodón, ni alcohol. A uno esta situación lo pone a dar carreras para buscar todo eso, y todo está carísimo, ahora imagínese uno que viene del Kilómetro 23 de La Ceiba”.

Atiliano Rondón: “nosotros somos de Mendoza Fría, y como no tuvimos plata para mandarle a hacer un examen a nuestra niña, pues tuvimos que llevárnoslas. No tenemos dinero para ese examen ni para la medicina, a Dios gracias con los esfuerzos de los médicos y enfermeras, ella está mejor”.

Josefina Rivera: “aquí hay muchos médicos, y buenos, pero el que no traiga plata se muere, porque como aquí no hay insumos ni medicinas, uno tiene que “parir” para comprarlos. Aquí ando con mi hija que se contaminó luego de una operación de una apendicitis, y eso se pudo evitar”.

 

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