“Yo estoy asustada, porque sea como sea, muchos de nosotros tenemos niños pequeños y nuestras vida están guindando de un hilo”.
Eso dice Soraya Lovera, una de las 180 personas que contabilizan están en espera de una cirugía para seguir viviendo, porque de no hacerla, el cáncer que combaten con quimioterapias se reproducirá y temen las graves consecuencias.
Por su vida, un grupo de pacientes oncológicos salen este lunes a exigir y casi rogar, que reactiven las operaciones en el hospital Oncólogico de San Cristóbal, donde están en lista de espera para cirugías, pero hasta ahora, sólo el silencio es la repuesta.
“Terminé la quimioterapia en enero y sólo podía esperar dos meses para hacerme la cirugía, según me recomendaron, porque sino el cáncer, los tumores, pueden volver a aparecer. Pero cuando hablé con la doctora ella me dijo, que sólo ella, tiene 30 pacientes en espera por cirugía y unos están desde noviembre en la lista. E imagine, son seis cirujanos aquí, entonces cuántos pacientes hay en espera”, señaló con preocupación Lovera.
El hospital también fenece
Y no es sólo el quirófano del hospital Oncológico de San Cristóbal el que cerró desde noviembre pasado, Lovera cuenta que la Unidad de Cuidados Intensivos de este vital centro, tiene un año inservible.
“La campana de quimioterapia está totalmente dañada, y hace más de una semana que no aplican quimio… La directora de aquí, no viene sino prácticamente a calentar el puesto porque la estructura se le está cayendo y el personal está muy molesto por el trato que ella les da. Y por supuesto, a nosotros ni nos toma en cuenta. Porque si ella fuese oncólogo en realidad, sabe que nosotros no podemos esperar aquí por el tiempo que sea, y no esperaría para mandarnos a operar”.
Los pacientes una vez más piden vivir y no ser más ignorados. Su ruego lo hacen a las puertas del Hospital Oncológico, el único lugar a donde pueden ir y que en estos días es foco de atención porque el jueves pasado se convirtió en centro de resguardo de la vacuna SputnikV, que llegó para el personal del sector salud en Táchira.
“Por favor, por favor tomen conciencia”
Rosalba Ostos clama también por una cirugía. Su cáncer de mamas no la permite sentarse a esperar, pero sin pabellón de cirugía funcionando en el hospital Oncológico de San Cristóbal, salir a manifestar y pedirle a Dios, es lo que le queda en este momento.
“No queremos arriesgarnos a que el tumor vuelva otra vez a crecer, ya que hemos avanzado. Por eso es lo que exigimos al protectorado, al gobierno a quien sea, que por favor habiliten de nuevo los quirófanos y que habiliten el área de radioterapia que hace mucho tiempo, uf, que está cerrada”.
La radioterapia es indispensable cuando se hace una cirugía de mamas o de cualquier otro órgano con cáncer, y el equipo de radioterapia se dañó hace años -asegura Rosalba Ostos- y para hacerse la radioterapia deben viajar a Colombia, y no a todos le aplican el tratamiento en el vecino país, porque se exige tener estatus de residente o nacionalizado, lo que deja por fuera a decenas de hombres y mujeres que luchan por salvar sus vidas en Táchira.
Las otras opciones posibles de radioterapia es en Caracas o Valencia, y es mucho dinero poder llegar y pernoctar hasta cumplir el tratamiento, “hasta allá tan lejos, no podemos ir”, repica con débil voz Ostos. “Por favor, por favor tomen conciencia”.