El joven artista, quien ha sido galardonado en importantes convenciones como «New York Empire State Tattoo Expo», busca transformar el arte corporal con nuevas propuestas basadas en la fusión del realismo a color con caricaturas.
Pablo Frías llegó al tatuaje, de manera autodidacta, para dejar su propia huella. Es un dibujante nato y amante del realismo, al que consideró llevarlo hacia otros estilos para crear uno propio: un mix entre lo realista y diseños de caricaturas muy coloridas que muchos artistas buscan imitar. Si de evolución se trata, considera que el arte que ha venido realizando ha ido evolucionando con el paso del tiempo, pero siempre va en búsqueda de nuevas propuestas, como diseños que impliquen jugar con las sombras o con tonos en negro y grises.
El reconocimiento hacia su trabajo no lo veía venir de manera internacional, aunque la confianza en lo que hace lo ha guiado hasta donde se encuentra ahora. Su arte llega más allá de la cultura latina, pues, se ha ganado también el reconocimiento de los americanos que aman el arte corporal. En New York, participó recientemente en la convención mundial de tatuajes, «New York Empire State Tattoo Expo», evento que reúne, durante tres días consecutivos, a los artistas internacionales más destacados y Pablo Frías fue el latino que se llevó el premio como «El Mejor del Día», por haber diseñado una pieza inspirada en «Batichica» y «El Joker» que, además de cumplir con los parámetros para ser elegido, cautivó a quienes se encontraban en el recinto.
Nuevos proyectos en puerta
Tiene varios proyectos y, entre ellos, unir el arte con la moda. Ese es otro de los ámbitos que lo llena de ilusión. «El próximo reto es sacar atuendos, desde mis diseños y estilo», asegura Frías. Por otro lado, confiesa que le gustaría dar a conocer su talento al público europeo, en varios países, principalmente España.
Texto cortesía: Geraldine González
Fotos cortesía: Pablo Frías / @pablo_frias.tattoo
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