Por: Abogado Mauro Rangel Oviol
Indebido en la “IV República”, era un cuasi pecado tentar siquiera con un desliz, la figura pétrea del mantuano Don Simón; terror hoy en la “V República”, se corre el riesgo de ser acusados por delito de “incitación al odio” a la excelsa figura, si no «navegamos» en la exaltación cuasi revolucionaria y socialista del “camarada Bolívar”.
El Libertador fue un personaje histórico grandioso; y los hijos de la Gran Colombia le reconocemos su entereza y heroísmos, pero pocos conocen al Simón Bolívar de carne y hueso, con sus grandezas elevadas en su justa medida y sus miserias debidamente comprendidas en su tiempo histórico.
Habrá entonces que esperar que una nueva élite, más madura y racional, asuma el poder en Venezuela, que le permita al “bravo” pueblo descubrir el verdadero rostro de su Libertador; por seguridad solo podemos, por ahora, descubrirlo en privado, en tertulias de amigos y conocidos, y mejor repetimos como nos decían nuestros abuelos y papás cuando éramos niños de primaria, para exaltar su figura con una tremendura: “Simón Bolívar nació en Caracas un 24 de julio de 1783, se echó un peo y mato 4 vacas…”
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