Ovioldazos | 24 DE JUNIO:  LA BATALLA INCONCLUSA…

 

Por: Mauro Rangel Oviol 

Han transcurrido 53 años desde que mi maestra Ada Quintero, de Geografía e Historia de Venezuela nos hablaba de la Batalla de Carabobo; ella nos decía era el fin de las castas; describía aquella confrontación como la Batalla que finiquitaba o sellaba, como se decía entonces, la Independencia de Venezuela; entre las causas de esa cruenta guerra social, era que según el derecho colonial español, se estructuraba injustamente la sociedad en 7 castas; la más privilegiada la de los Blancos Peninsulares, dueños del poder político; seguían los Blancos Criollos (mantuanos), o amos del Valle dueños de las grandes propiedades, después venían los pardos, una serie de mezclas –impuras-, entre los más sobresalientes pardos; Francisco de Miranda a quien Bolívar no le tembló el pulso al entregarlo a Monteverde; Juan German Rossio, el gran Prócer Civil olvidado por la mentalidad epopeyista; bolivarianista y militarista; el general Piar, un pardo triunfador de la Campana de Oriente, no perdió nunca una Batalla, a Bolívar tampoco le tembló el pulso para ordenar su fusilamiento, total eran castas inferiores; en la siguiente escala los indígenas, llamados indios, según el código colonial español no eran esclavos, pero al estar sometidos bajo la protección de las misiones, en la práctica eran la servidumbre esclava de los curas; y por último la casta triunfadora en Carabobo, la sobreviviente, la militar.

Eduardo Galeano, un comunista, el escritor preferido de los izquierdistas, autor de la Venas Abiertas de América Latina, invitado de honor en el Bicentenario de la Independencia de México en 2010, en un discurso en la Universidad Autónoma de México, esbozo: “(…) las Independencias Latinoamericanas, que tanta sangre derramó, nos fue nuevamente arrebatada por las castas militares que hasta la fecha se adueñaron de nuestros destinos políticos”.

Todas las castas fueron desapareciendo a lo largo de nuestra historia Republicana, en 1811 fue el final de la casta peninsular con la proclamación del Acta de Independencia; la Guerra Social de Independencia y la Guerra Federal, exterminó casi por completo al mantuanaje; en 1854 el presidente José Gregorio Monagas dicta el Decreto de Abolición de los Esclavos, muriendo este género como casta; en 1873 quizás fue la fecha inicial del fin de la casta religiosa, el Presidente Guzmán Blanco dicta la Ley de Registro Civil, haciendo publico los actos de nacimiento, matrimonio, defunción.

Sobrevive la Casta Militar, aun en nuestras Constituciones se nos divide entre civiles y militares, con privilegios subyacentes y en muchas ocasiones expresos en muchas de nuestras normas jurídicas para estos últimos, por lo que aún está inconclusa nuestra lucha por la independencia; Carabobo, hoy 200 años después, está vigente

Bolívar, aun siendo el protagonista principal de la Batalla de Carabobo, éste sentenciaba: “Prefiero el título de ciudadano al de Libertador, porque éste emana de la guerra, aquél emana de las leyes. Cambiadme, Señor, todos mis dictados por el de buen ciudadano; 6 de mayo de 1821.

 

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