El Club “Cruz Carrillo” fue inaugurado 1 de enero de 1941, con el homónimo del héroe de la independencia General José de la Cruz Carrillo y funcionó hasta el 8 de octubre de 1980, desde el 9 de octubre de 1980 se convierte en la Posada Turística Valle de los Mucas. La fama de este club como un sitio de alta categoría y de ambiente familiar sano recreativo, traspasó las fronteras del estado, ya por la calidad de sus eventos era reconocido a nivel nacional e internacional.
Como niño y adolescente asistí a las últimas fiestas de carnaval que se realizaron, también a otras actividades sociales y recreativas en las que acompañaba a mi padre Víctor Manuel Gudiño, quien era el arrendatario en esa época del Bar Buenos Aires, que fue su negocio durante 19 años. Mi padre también trabajó en este lugar durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, me contó que en esos momentos militaba en Acción Democrática, eran tiempos de clandestinidad a causa de la dictadura y la feroz represión de la Seguridad Nacional, dirigida por el esbirro mayor Pedro Estrada. Mi papá cumplía labores de correo clandestino entre los perseguidos, su trabajo era ideal para dicha función, también como salían a altas horas de noche él con otros compañeros, distribuían en las calles panfletos clandestinos. En esa época también era uno de los principales directivos del club el doctor Humberto González Albano, dirigente del Partido Comunista de Venezuela (P.C.V.), quien fue víctima de la persecución y tortura del régimen.
El Club “Cruz Carrillo” fue conformado por ciudadanos de diferentes ocupaciones en el quehacer social trujillano, comerciantes, políticos y profesionales de distintas ramas del conocimiento humano, entre ellos: doctor Humberto González Albano, doctor Andrés Lomelli Rosario, doctor Luis Mendoza Montani, doctor Julio Carrillo, doctor Elio Batoni, Segundo Joaquín Delgado y los maestros de la música Laudelino Mejías, Oscar Martínez, los hermanos Alberto, Ramón del Carmen y José Ramón Aranguren, Leopoldo y Gonzalo Lugo, José Antonio Carreño, Joaquín Delgado y los ciudadanos Enrique Urbina, Juan Evangelista Rosario, Ignacio Cegarra, Rafael Ignacio Núñez, Juan Chacón, Luis Guillermo Zuleta, José Manuel Méndez, Régulo Valecillos, Quintín Uzcátegui, Miguel Barreto, Raúl Guanipa, Heraclio y Gelasio Torres, Aparicio Lugo, Gilberto Quevedo Segnini, Abelardo Olivar, Pedro J. Torres, Domingo Cegarra, Víctor Gudiño, Víctor Rosario, José Luis Pimentel, Venancio Urrecheaga, Luis Guillermo Zuleta, Jesús Rivero, Héctor Cardozo, Tulio Núñez, Régulo Valecillos, Orángel Méndez, José Manuel Méndez, y un grupo de nutridas mujeres entre las que se destacaron Blanca González de Medina, Graciela, Nivia y Clara Cegarra, María de Núñez, Blanca Quevedo, Consuelo Unda, Atilia de Méndez, Yolanda Méndez, Josefina Tavera de Rosario, Berta de Chacón, Tamira, Adela y Hercilia Zuleta Rosario, Emilde Zuleta de Aranguren, Margarita de Torres y Josefa Cegarra, entre otras. El Club “Cruz Carrillo” se inició frente al Grupo Escolar “Estado Carabobo”, donde quedó después la Tintorería y Lavandería “Sucre” de Juan Rodríguez, en la avenida Independencia.
El Club “Cruz Carrillo” tenía dos clases de socios: iniciadores y contribuyentes. El propio estatuto definía las condiciones para ser socio. Una de las primeras directivas estuvo conformada por José María Frías Rodríguez “Cheche Frías”, Segundo Moncayo, Ramón Aranguren, Rafael Ramón Vale, Elbano Briceño, José Armenio Núñez y Rafael Quevedo. Suscribieron el acta constitutiva los siguientes señores: José María Frías Rodríguez, José Armenio Núñez, Elbano Briceño, Rafael Ramón Vale, Rafael Quevedo, Gilberto Mejías Palazzi, Ricardo Lozada, Laudelino Mejías, José Marcano Rosas, Francisco Casas Matos, Luis A. Frías R., Leopoldo Lugo, Sabino Braschi, A. Plaza Echegaray, José Ramón Aranguren, José Luis Artigas, Luis Barroeta, Simón Flores, Laudelino Mejías Palazzi, José María Pernalete, Ramón C. Aranguren y Juan B. Medina. También para asistir a sus instalaciones necesariamente no había que ser socio, siempre que se respetaran las normas estatutarias, que no eran tan rígidas, pues fue un centro social donde no existía la distinción de clases ni obstáculos para su disfrute de una forma sana y respetuosa.
Este club cumplió una gran labor social, donde reinaba entre sus socios la unión, solidaridad, cultura y la práctica deportiva. En el aspecto recreativo se celebraban la navidad, día de Reyes, la Búsqueda del Niño y el carnaval y en sus salones de fiestas, se celebraban cumpleaños, matrimonios, bautizos y graduaciones, también los caballeros en esa época se recreaban jugando billar, dominó, cartas y bolas criollas en la parte trasera conocida como el cambural, estaba la cancha de bolas criollas donde se realizaban campeonatos que eran muy famosos y concurridos; tiempo después, al eliminar la cancha de bolas criollas, asistíamos al sitio que funcionaba como garaje en este lugar muchos niños para practicar las destrezas aprendidas en los scouts y se había improvisado un ring de boxeo donde algunos aprendimos a boxear y a defendernos, éramos entrenados por muchachos mayores, realizábamos combates y hasta hacían apuestas.
En este centro social estuvieron de visita y disfrutando sus instalaciones, varios personajes de renombre internacional como el poeta nacional Andrés Eloy Blanco, el escritor y periodista Arístides Bastidas, Rómulo Betancourt (antes de ser Presidente de Venezuela), Wolfang Larrazábal, Jóvito Villalba, Rafael Caldera, Raúl Ramos Jiménez, Jorge Dager y campeón mundial welter de boxeo Carlos “Morocho Hernández, quien había ganado el título el 18 de enero de 1965, quien además asiduamente visitaba Trujillo invitado por su amigo Cosme Mocleton.
Los cantantes y músicos, Memo Morales, José Luis Rodríguez, Cheo García, Rafa Pérez, Rafa Galindo, Víctor Piñero, Manolo Monterrey, Felipe Pirela, Los Tropicales, Los Imperiales, Los Impacto, Los Blanco, Corraleros del Majagual, Los Masters, Los Melódicos, La Billo‘s Caracas Boys, El Gran Combo de Puerto Rico, La Grande, Porfi Jiménez y su Orquesta.
Los reinados se hacían de una manera peculiar, se presentaban todas las candidatas del Distrito Trujillo y se calificaban por sus dotes intelectuales, profesionales, de valores, su identidad y por supuesto sus atributos físicos; la elección se hacía en el salón central del Club “Cruz Carrillo” y luego venía el picoteo (baile), la repartición del cotillón y las personas iban con sus familias a disfrutar de los carnavales de Trujillo y por falta de espacio físico colocaban mesas y sillas afuera y se formaba el bonche.
El personaje popular Heraclio Torres, quien era un destacado ejecutor del piano, Jesús Graterol “Tres Kilos” fue el Rey Momo; estos carnavales fueron de gran importancia, venían orquestas nacionales e internacionales donde se recordaba al dios Baco y Dionisio.
Las reinas fueron: Cecilia Sánchez, Graciela Cegarra, Berta González, Herminia Retali, Yolanda Urbina Soto, Betty Palazzi, Fanny González, Aura Montero, Ángela Graterol, Dalia Carrillo Rosario.
En la última Búsqueda de Niño, la Virgen era Betty Chacón, el Niño Jesús era José Francisco Conte y San José era Reinaldo Tirado Meshi, el Ángel Guía era el conocido educador y concejal trujillano Darío Quintero.
También en estas instalaciones funcionó un cine, además fue sede de Ordec -Oficina Regional de Construcción-. A partir del 9 de octubre de 1980, funcionó la Posada Turística Valle de Los Mukas. En la actualidad Inversiones Buenos Aires.
Esta casa ha tenido los siguientes dueños: Manuel Uzcátegui, Alirio Parra, Rafael Barreto Molero. Actualmente pertenece a la familia Barreto Uzcátegui.
Está ubicado entre las avenidas Independencia con Bolívar en la calle Arismendi, diagonal a Radio Trujillo.
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