Este reconocido cronista popular y escritor en la sección de Sentido de Historia de Diario de Los Andes, nos lleva a través de un viaje en el tiempo, revelando la importancia de la crónica histórica en la preservación de la memoria y la cultura. Cada escrito es un viaje a través de La Puerta, donde cada relato nos acerca a un entendimiento más profundo de su contexto, sus protagonistas y las consecuencias que han moldeado el curso de la historia. Su crónica no solo narra hechos, sino que despierta emociones, reflexiones y un sentido de pertenencia a nuestro legado histórico
¿Qué le motivó a convertirte en cronista?
Mi experiencia es como bloguero, venia escribiendo mi enfoque ante la historia mediatizada y silenciada producida por la historiografía local, algo así como lo que lapidariamente escribió don Mario Briceño Iragorry, la historia densa de Trujillo y de sus hombres está aún por escribirse. Desde hace varios años vengo investigando sobre el proceso de formación de mi pueblo, particularmente la parameñidad y los resultados los he venido publicando en un blog de historia dedicado exclusivamente a La Puerta, ante la imposibilidad del papel. Para mí fue una sorpresa, que, en el año 2020, la Municipalidad me dio el reconocimiento como Portador Patrimonial Histórico y Cultural de La Puerta, por lo que estaba publicando. Luego, el recordado y apreciado periodista Elvins González, me invitó a participar en este proyecto Sentido de Historia del Diario de los Andes, y se abrió un campo de difusión interesante sobre la historia local, y ahí participo semanalmente.
¿Cuál es el mayor desafío al que se ha enfrentado como cronista?
El desafío está presente cada vez que escribo, latente, hay una historia que nos han vendido que muestra que La Puerta solo existe a partir de 1900, negando la existencia de su más hermoso y educativo periodo de unos 3 mil años, como lo fue el de la Comunidad Indígena Bomboy; ahí vamos poco a poco enfrentado ese monstruo, el blog de historia tiene hoy, algo más de 65 mil visitas, lo que me parece una cifra indicativa de que se está avanzando.
Lo otro es la escasez de bibliografía trujillana y lo costoso que resulta investigar por ejemplo en el Archivo Arquidiocesano de Mérida, donde está documentada gran parte de la historia colonial de La Puerta.
¿Podría compartir con nosotros una anécdota o historia que haya narrado y que haya tenido un impacto significativo en nuestra región?
Pienso que las crónicas de Tiempo de caudillos, han sido polémicas y me han escrito comentarios variados, así como las del periodo precolombino. He contado con la colaboración de familiares y vecinos de mayor edad, que me han enseñado esa verdad histórica que solo la pueden expresar sus protagonistas, gente sencilla, campesina, con sus propias palabras, así descubrí lo del primer vitral de José Gregorio, que es el que está en el templo parroquial de La Puerta; otro son los secretos del templo San Pablo Apóstol relacionado con la bella obra arquitectónica religiosa que venía construyendo desde 1948 el padre Trejo, borrada por el Poder; lo otro, el polémico y más leído fue el strike que le metieron a Ali Primera, y que recoge la canción Abran la puerta.
¿Cuál es su enfoque al seleccionar temas para sus crónicas, y cómo cree que estas contribuyen a preservar la memoria histórica y cultural?
En otra ocasión he manifestado que es muy corta la tregua entre la crónica y la tesis o escrito de historia, porque en ambas tiene que darse la investigación para narrar los hechos pasados, eso que por su importancia merece ser difundido en su punto más significativo, su tiempo su espacio geográfico, es decir, el contexto, las motivaciones y las causas que impulsaron a los personajes, sus emociones, motivaciones, las consecuencias del hecho histórico, tanto los directos como los colaterales, en fin, la información significativa que debe ser difundida, el caso de La Puerta, la historia está por escribirse.
¿Cómo ve el futuro de la crónica en la era digital, y qué oportunidades o desafíos representa para los cronistas?
Este es el momento de la crónica, las condiciones subjetivas, objetivas y reales, nos llevan a pensar eso. La gente lee muy poco, quizás sea por eso que fueron eliminado la prensa, el periódico, los libros en papel, vivimos abrumados por el desplazamiento y hegemonía de lo digital, que viene quebrando tradiciones, anulando costumbres, cultura y hasta religiosidad, así como, tergiversando la historia y la misma realidad, la escuela tampoco ayuda, bueno y mucho menos las autoridades locales y regionales
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