“Me he sentido bastante bien, aunque no al 100 por ciento. Es una nueva posición y estoy tratando de dar lo mejor de mí, trabajando todos los días temprano antes de las prácticas”, comentó José Osuna al canal por suscripción IVC, según nota publicada por www.lvbp.com. El trujillano se refirió a sus nuevas funciones como tercera base en Bravos de Margarita, una posición que le sugirió Piratas de Pittsburgh, organización con la que debutó en Grandes Ligas el año pasado.
“Debe jugar en la antesala unas tres o cuatro veces por semana, mientras dure su estadía con los Bravos”, recordaron en la entrevista. Los Piratas iniciaron la temporada con David Freese como su tercera base regular, por los problemas de visa del surcoreano Jung Ho Kang, pero terminó con números modestos. En la posición también aparecieron Sean Rodríguez, Max Moroff, el surafricano Gift Ngoepe y el utility Josh Harrison, así como el dominicano Alen Hanson y Philip Gosselin, quienes ya no están con la organización.
Jugó 104 partidos con los Piratas
Pese a comenzar la campaña en Ligas Menores, Osuna participó en 104 partidos con los bucaneros, repartidos en las esquinas de los jardines y la inicial, aunque pasó buena parte de las sesiones de entrenamiento antes de los partidos tomando roletazos en el tercer cojín, en caso de una eventualidad que nunca llegó. Pero probablemente esa base esté abierta para lo competencia en los Entrenamientos de Primavera de 2018 y Osuna podría tener una opción.
Solo que no es una transición fácil de llevar a cabo en el terreno. Una vez que umpire principal llama a juego, las condiciones controladas de una práctica desaparecen. “En Valencia (hace una semana) cometí dos errores. Uno fue un rodado fácil, como lanzado con la mano y se me fue (entre las piernas). Pero son cosas que forman parte del beisbol y en las que tengo que seguir trabajando para encontrar la manera de mejorar”, apuntó el oriundo de Boconó.
En siete encuentros en la antesala, hasta el sábado, Osuna sumaba dos marfiladas en 16 lances, incluido un dobleplay, para un porcentaje de fildeo de .875. “Los roletazos pasan más duros, por eso la llaman la esquina caliente”, evaluó el infielder. “Al principio pensé que podría ser lo mismo que en la primera base, pero con un guante más pequeño. No es así. Es muy diferente. Los elevados son en un ángulo diferente. Por eso estoy trabajando todos los días para adaptarme a esa nueva posición”, contó el pelotero.