«Llegué en el año 2019 como salvavidas de Campamento Vacacional. Tenía tres días en ese trabajo pero faltaba una instructora de los babys (semillero o categoría inicial, de 3 a 5 años) y se me da la oportunidad de ser el entrenador«, así empezó el relato de su llegada a Ecuador, el entrenador valerano Oscar José Hernández Mendoza, aún recordado en el ambiente deportivo del estado Trujillo como «Oscarcito».
El hijo del reconocido ex dirigente del deporte trujillano con el mismo nombre, es un testimonio de vida, ya con 55 años es recordado por ser uno de los sobrevivientes de «La Tragedia de 1996», aquel fatídico accidente ocurrido previo a los Juegos Deportivos Nacionales organizados en Trujillo (Judenatru 96). El ex DT de las primeras selecciones trujillanas de polo acuático (masculina y femenina), ganadoras de las primeras medallas acuáticas, conversó en exclusiva con Diario de Los Andes.
De ese lamentable suceso prefirió no hablar mucho, al final solo tiene versiones que le contaron, pues tras la colisión del autobús quedó inconsciente y despertó varios días después. Hoy como parte de la diáspora que afecta a su país natal, es uno de los casi 500 mil venezolanos que viven en el Ecuador.
Concentrado en el semillero
«Desde ese momento hasta el día de hoy soy el entrenador de los turnos de la mañana de los babys», retomó la narración de su vivencia ecuatoriana el oriundo del sector Plata 1 de Valera, pero hoy residente en Guayaquil, capital de la provincia de Guayas, de la nación meridional.
«Eso llevó a que ellos me dieran la oportunidad en horas de la tarde para que yo recuperara a los muchachos que estaban retrasados en los cursos vacacionales», especificó sobre el gran chance recibido por el instituto deportivo de Guayas, el cual compara con lo que fue en su época Fundadeporte (Carabobo) en Venezuela.
«Al finalizar el vacacional en febrero, yo ya había igualado a los muchachos. Guayas se había quedado sin entrenador, tanto en masificación como el alto rendimiento, se habían ido, además faltaba mes y medio para los Juegos Nacionales de Novatos», detalló. «Me dieron ese equipo pero con una condición. Guayas ya era campeón y yo tenía que mantener esa condición», advirtió sobre la vara alta que le dejaron.
«Yo aprovecho la oportunidad y quedo campeón en la Confederación con el equipo de novatos, también subcampeón como club en la Novatada pero esa la pierdo con un club de mucho prestigio como es el Diana
Quintana», señaló sus primeros resultados.
Sobre este importante club, dijo que tenían nadadores de 13 y 14 y 15 años. «Pero nosotros tenemos un norte en la Federación, que solo tenemos nadadores hasta 12 años y cuando pasan, son cedidos a otros clubes, al aguas abiertas o al triatlón», indicó.
«Aunque ahorita hemos iniciado una particularidad, que algunos los hemos orientado hacia al polo acuático, algo yo inicié el año pasado», sacó pecho el reconocido instructor trujillano. «Tengo cuatro años sin tomar vacaciones», espetó y dejó en la mesa un tema laboral que es «pan de cada dia» para cualquier migrante criollo.
«Ha sido bastante fuerte porque como me encargo del campeonato también me encargo de los entrenamientos de la madrugada. De los atletas de alto rendimiento y a veces tenemos convenios con las academias de
policía, entonces me toca asumir esa responsabilidad», detalló cada esfuerzo que hizo, pero eso sí, sin quejarse, por el contrario, mostró su pasión por la profesión.
No olvida al deporte trujillano
Agradeció ser parte aún de los deportes acuáticos, tal como perteneció en su querida entidad de los Andes de Venezuela. «Del deporte de Trujillo si he estado pendiente. Hay algunos aquí (Valera) que han sido mis atletas y otros que han estado conmigo en comisión de arbitraje», demostró como aún tiene presente al deporte trujillano.
Fui uno de los fundadores de la comisión de árbitros aquí (en Valera). «Lamentablemente muchos de ellos han emigrado, me he conseguido con varios, desde aquí mismo en Colombia», recordó. «La verdad es un poco
triste la fuga de atletas, no solo en la natación sino en muchos deportes», lamentó.
«Eso ha ayudado a incrementar el nivel en esos otros países, como Colombia por ejemplo», nombró en primer lugar al país vecino que claramente ya supera a la gestión venezolana en disciplinas que hace años atrás era algo impensado.
Trujillo en el extranjero
«Venezuela ha aportado mucho», expresó, al tiempo que especificó el caso de Trujillo. «En Chile está Felipe Palma. En cuanto a José Gregorio Palma, quien es el hacedor de Oscar Ariza, él está en Canadá, desde allá sigue apoyando la carrera del clavadista olímpico», puso los primeros ejemplos del talento humano trujillano de los deportes acuáticos que está regado en el extranjero.
«Por ejemplo está Galíndez, quien es uno de los entrenadores sub-15 y masculino, se ganó cursos Fina y de Director Técnico allá en Perú. Algunos muchachos han emigrado hacia Estados Unidos, unos son árbitros, siempre tengo contacto con ellos», resumió.
Sobre una referente del polo acuático, como es la figura de la Selección Nacional, Yineldy Araujo, recuerda que está en Chile y le va muy bien, al igual que otra valerosa atleta como Estefany Muchacho. «Hay otros que como Alexander Morey, quien es entrenador en Bogotá. Ese semillero se ha ido regando», resaltó. En el caso de Europa, hay casos de gran referencia como el también waterpolista Hugo Velásquez en España o la clavadista Valeria Antolino.
Su visión del contexto local
«Algo que yo he notado aquí (Trujillo), para no hablar siempre lo negativo. Y no sé si será situación del país, he visto mucho niño practicando el deporte. Será porque de jóvenes se van muy temprano. Veo mucha gente en la disciplina», rescató de la situación del deporte trujillano.
«La decepción que me he llevado es que la juventud de 18 a 35 años desapareció de aquí«, alertó en señalamiento a todos los deportes. «Yo rescato mucho el trabajo que está haciendo Orlando, el es quien por un
comodato está encargado de la piscina. Pero hay que saber aportar, la gente está más restando que sumando», comentó sobre el caso de Trujillo.
«El deporte tiene que trabajar con bases, he ahí el éxito de Ecuador», ejemplificó. «Colombia es la Venezuela de los 80, actualmente es el crecimiento más grande en Latinoamérica. Ahora en Ecuador empieza algo parecido», opinó.
«Después de las bases, los atletas tienen que tener un acompañamiento. Tienen que tener y saber que comer desde los cinco años», aconsejó dedicar más a la parte infantil. «Si trabajamos con las bases, la parte juvenil se va a dar, por lo menos hay que tener ocho años para lograr un buen atleta de alto rendimiento. Hay que pasar por un proceso», reiteró.
«Si te pones a ver esos campeones olímpicos, ninguno de esos fueron campeones infantiles», soltó a manera de reflexión. Insinuó que eso se olvida en esta parte del mundo. «Eso pasa no solo aquí sino en muchos países de Sudamérica», reveló.
«Después de las bases tener un buen apoyo en los atletas, salud, la parte psicológica», consideró. «Un atleta que no se alimenta bien cómo va a llegar. Que se sienta motivado, como va a llegar, habrá un momento que se va a cansar, se va a aburrir», puso en la mesa el tema de la desmotivación, como una de las causas principales de la fuga de talento.
«En todos los deportes acuáticos, si tu no los sabes llevar, motivarlos psicológicamente, imagínate», agregó. «Acuérdate que un atleta necesita de seis a ocho horas diarias de entrenamiento, lo que implica que necesitan un reposo bastante largo y una dieta balanceada, porque está comprobado que el desgaste en el agua es mayor al de atletas en tierra», evidenció.
«Va a llegar un momento que no esté motivado, que se va a obstinar», avisó. «Después que llegue a la piscina, es imposible que aguante la parte psicológica», manifestó. Sobre la motivación agregó que no se trata solo de becas.
«No es solo la parte monetaria, sino la logística, el traslado, material deportivo, que hoy día es muy costoso. Se necesita además que tenga acceso a la tecnología, la natación hoy depende mucho de eso. Hay relojes de pase, hay cámaras, hay gafas que vienen con el recorrido, te marcan las brazadas cuántas décimas, cuándo saliste, lo
que haces o recorres, todo eso», desveló lo que hoy son los deportes acuáticos.
Apoyo y educación de los padres
«Tiene que ver también la parte del apoyo, la educación de los padres. Aquí en Trujillo he visto eso, se lo he dicho a algunos padres. yo tengo muchos entrenadores en las gradas», alertó sobre la injerencia o falta de desconocimiento de algunos padres o representantes.
«Desde la pandemia he podido tener contacto con entrenadores a nivel nacional, ya que se hizo mucho zoom y eso por las redes. Nos hemos dado cuenta que hay mucho representante incidiendo en los atletas, sobre todo por esa insistencia de querer verlos campeones desde pequeño», descifró.
«Yo he tenido oportunidad en Guayas de aportar en el desarrollo de las bases de la natación, de novatos a veces también he tenido niños especiales con los cuales he sido campeón en 2019. He tenido incluso un campeón mundial». destacó.
«Todo ha sido un camino labrado desde que entré en 2019 y algunos desde que yo llegué ya tenían años nadando. Es decir, los campeones no los hacemos solo nosotros, solo nos toca una parte. A veces nos toca,
cuando ya vienen de un proceso de otros entrenadores que han aportado al desarrollo», comparó cómo deben ser los verdaderos procesos.
La figura del Deportólogo
Hizo referencia a la importancia de las ciencias aplicadas al deporte hoy en día. «La estructura que nosotros teníamos eran tan fuertes en ciencias aplicada, nosotros no teníamos biomecánico, allá estaba uno de aquí, Giogio Gimeno», informó.
«Lo que teníamos eran bioquímicos, que nos preparan las bebidas energéticas, teníamos nutricionistas», aportó. Realzó que allá los psicólogos deportivos no son cualquiera.
«Teníamos Deportólogos, que son los médicos deportivos. Allá al igual que en Colombia salen graduados como Deportólogos», calificó el deporte acuatoriano. Subrayó que «hay mucha influencia del deporte cubano, han tomado también el ejemplo colombiano, hay muchos argentinos y algunos europeos. De esto último señaló disciplinas específicas: «Por ejemplo el patinaje lo tienen los colombianos, la natación la manejaron por un tiempo los argentinos».
Está claro que Venezuela es potencia del polo después de Brasil y Argentina. «Fuimos campeones centroamericanos, fuimos a dos mundiales, eso ha decaído», valoró.
Le gustaría volver a su estado
«Seguiré en Ecuador, me gustaría tener un plan de volver, siempre está latente esa posibilidad», reconoció sobre sus intenciones actuales. Dijo que conversó con entrenadores de Trujillo, no pudo hablar con todos pero espera tener pronto esa posibilidad.
«Yo sigo allá en Federación, hay veces que me toca atender como asistente a atletas reconocidos. Fui asistente de Peter Díaz, es mi Jefe Técnico ahora y antes Paco Fuentes», expuso un poco más de su ascendente carrera.
Tuvo a cargo a un Campeón Mundial de Copa del Pacífico como Jeremy Menoscal. Además nombró a otros de reconocidos logros nacionales o internacionales como Tony Guevara, Josué Salguero y Andrea Viveros.
Colabora en la asesoría técnica a una nadadora considerada uno de los grandes proyectos olímpicos del deporte ecuatoriano: Eva Andrade. «Muchos han estado conmigo desde las escuelas, después han pasado a clubes. He compartido con ellos y he aprendido de ellos también», refirió.
El legado de su padre
«No es porque haya sido mi papá, pero no creo que otro haya sido un visionario para el estado como fue mi él», habló de Oscar Hernández padre, un insigne dirigente durante finales de los 80 y principios de los 90. Creo que Trujillo solo tuvo avances cuando estuvo él. La prioridad que se dio al atleta en sí, ese legado yo siempre lo llevo
en mi mente. Trajo a colación el inolvidable eslogan: primero el atleta.
Aseguró que esa gran experiencia de gerencia, de ser miembro de asociación, de dirigir, es su base ejemplar. «Aunque yo me he manejado más en el deporte de entrenamiento, en la parte técnica, ese legado siempre lo llevo presente, todo lo que mi papá me enseñó y me brindó», dejó claro.
Miguel Àngel Albarrán.-
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