Managua, 22 feb (EFE).- El presidente nicaragüense, Daniel Ortega, pidió este lunes a Estados Unidos cesar las sanciones contra Cuba, Nicaragua y Venezuela, y abogó por un diálogo entre todas las naciones para combatir juntos la pandemia de la covid-19.
«Cuanta falta hace en estos momentos un alto al fuego de todo tipo de agresiones en todas las naciones del mundo porque estos tiempos que estamos atravesando son tiempos de cambios profundos», dijo el mandatario nicaragüense durante un acto oficial que fue transmitido por cadena de radio y televisión.
Según Ortega, es necesario un «alto al fuego» bajo el argumento de que el mundo sufre por la «peste», en alusión a la pandemia provocada por la covid-19.
El líder sandinista cuestionó a Estados Unidos por presentarse como «la nación más respetuosa de los derechos humanos, el país más puro y limpio del planeta», cuando, a su juicio, son «bárbaros» y «terroristas».
«¿Dónde están los bárbaros?, ¿dónde están los terroristas?. Están en Washington, están en Washington los bárbaros y terroristas y ya sabemos la larga historia de los Estados Unidos», señaló Ortega, que mencionó el lanzamiento de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki.
Ortega insistió en el cese de las sanciones a la Venezuela de su homólogo y aliado Nicolás Maduro, y a Cuba.
«No dejaremos de clamar, como lo hacíamos en todas las conferencias, que cesen las sanciones contra Venezuela y contra el pueblo hermano de Cuba», añadió.
Para el mandatario nicaragüense, «en estos tiempos» las naciones tienen que unirse «a nivel global» para enfrentar temas como la pandemia.
«Que no se olviden los Estados Unidos que en este planeta nadie sobra, por eso es importante dialogar, llegar a acuerdos», instó.
Abogó para que Estados Unidos y la Unión Europea, «en estas condiciones, cobrar conciencia» y no «seguir actuando como han continuado actuando en medio de la pandemia, tirando patadas con sanciones, con actitudes hegemonistas».
«Eso es lo que tienen que hacer ahora las potencias en el mundo: busquen puntos de aproximación para que podamos salvar a la humanidad, porque aquí no se trata de auxiliar a países mas empobrecidos porque el problema es global, de lo contrario ahí estarán los virus de un lado para otro moviéndose, trasladándose», anotó.
Estados Unidos ha sancionado a cerca de 30 funcionarios nicaragüenses, incluida la esposa del presidente Ortega, la vicepresidenta Rosario Murillo, y tres de sus hijos, y un consuegro, que también es el director de la Policía Nacional, así como nueve instituciones o empresas ligadas a los sandinistas, en el marco de la crisis sociopolítica que vive Nicaragua desde abril de 2018.